Fusión en el mundo agrícola a la vista. La falta de relevo generacional en la viña es el principal motivo por el cual la Sociedad Cooperativa San Justo y San Isidro de Quel está en trámites de fusionarse a Marqués de Reinosa, la cooperativa de Autol. Un movimiento que todavía está a falta de aprobarse en las asambleas de ambas agrupaciones que están previstas que se celebren el próximo mes de marzo, pero que viene siendo objeto de conversaciones desde hace ya casi una década.
La que fuera la primera cooperativa que se fundó en La Rioja allá por 1946, derivando así en el abandono de numerosos calados con siglos de historia en el Barrio de Bodegas de Quel, lleva varios años recepcionando uva, pero sin encargarse de su elaboración. Tras el despalillado, toda la producción va a parar a las instalaciones de Ontañón en Aldeanueva de Ebro, bodega con la que mantiene un contrato desde hace 11 años.
“Ha sido en los dos útimos años cuando se ha hablado más en serio de esta posible fusión porque la realidad en la Cooperativa de Quel es que cada vez hay menos socios y no entra gente nueva, mientras que los precios de producción no dejan de subir. Así que la alternativa de unirnos a la Cooperativa de Autol es una salida viable para seguir dando un servicio a nuestros socios, aunque el contrato con Ontañón seguirá en pie, al menos por nuestra parte”, afirma su presidente, Roberto López.
Hubo un tiempo en el que esta cooperativa recepcionaba dos o tres millones de kilos de uva cada campaña, pero ahora las cifras no superan el millón de kilos y el número de socios no alcanza los 80. “La nostalgia es evidente cuando ves que estas son las instalaciones que levantaron tus antepasados, pero ahora nadie quiere quedarse en el campo y la gente mayor va vendiendo el papel a las grandes bodegas que son las que pueden pagarlo. Creo que si no te fusionas, desapareces, así que opino que este tipo de uniones en el mundo agrícola son el futuro ante la realidad que vivimos”, remarca Roberto.
Algo en lo que coincide Fernando Ezquerrro, presidente de la Cooperativa de Autol, al hablar de este cambio como un “proyecto interesante, ilusionante y de futuro ante la falta de relevo generacional que tanto preocupa”. Defiende en este sentido que las fusiones agrícolas garantizan una mayor profesionalización y volumen de trabajo para acceder en mejores condiciones al mercado actual. “Con esta unión salimos reforzados todos. Por un lado los viticultores de Quel, cuyas viñas mugan muchas con las de Autol y no se quedan sin este servicio, y por otro lado nuestra cooperativa que fortalece su proyecto”, incide.
Una fusión que implicaría que los viticultores proveedores de uva en la Cooperativa de Quel tengan que desplazarse a Autol para llevar sus uvas, algo que, opina Roberto, “tampoco supondrá grandes inconvenientes ya que el 70 por ciento de la uva que se recoge aquí es con vendimiadoras y en esas condiciones da igual llevarlo a Aldeanueva o a Autol”. Además, el presidente alude al descargadero y la nueva báscula que se ha construido en la Cooperativa de Quel por si hay agricultores que se juntan para transportar sus uvas en un contenedor. “Todo está por ver, pero vamos a habilitar todas las facilidades posibles para el viticultor”.
