Profesor titular de la Universidad Carlos III de Madrid, el arnedano Pablo Simón es uno de los riojanos más conocidos gracias a su presencia en distintos programas de televisión. El politólogo habla con NueveCuatroUno de actualidad y del próximo año electoral.
– ¿La polarización y la desafección son dos de los principales problemas del país?
– Creo que llueve sobre mojado. Desde 2019 hemos enterrado de manera definitiva la agenda de la reforma institucional. Estamos viendo un camino que va en la dirección contraria, politización de la justicia, judicialización de la política, no dar tregua al adversario. Es una pena porque la institucionalidad del país se está resintiendo.
– Como profesor y además por gusto está muy ligado a la gente joven: ¿cree que el problema de la desafección nos puede traer problemas a medio y largo plazo?
– Los datos que tenemos indican que los jóvenes tienen el mismo poco interés por la política que los mayores. También en La Rioja. Le interesa la política al 40 por ciento de la gente; jóvenes y mayores. Los jóvenes tienen un alejamiento de la política institucional. A ellos les gusta la política que se hace desde las asociaciones, desde la participación, desde la protesta; la de los partidos no engancha tanto con ellos, pero es normal. Les ha tocado un momento muy polarizado y crispado.
– La política va tan rápido que resulta complicado hacer predicciones. ¿Se atreve?
– Tenemos que ver qué elementos decantan la competición electoral de cara a mayo, que es el hito mas relevante de todos. Lo primero que hay que tener presente es que en un contexto multipartidista da igual quedar primero que segundo. Hay que ver qué bloques pueden sumar. Hay que buscar pactos en los parlamentos. Eso hace que todos los partidos estén nerviosos. Creo, aún así, que estas elecciones van a ser más desfavorables para la izquierda porque las de 2019 fue una elección muy ventajosa para ellos: diez comunidades autónomas, la mayoría de los municipios… Es muy difícil que se repitan esos resultados tan buenos. La incógnita está dónde se van a producir esos cambios.
– ¿Cuáles pueden ser las claves?
– Queden PP o PSOE primero o segundo aquí lo importante es ver cómo queda tu socio en cada territorio. Va a depender mucho de los candidatos, los equipos, la fuerza que tengan en los territorios. A Ciudadanos lo quitaría de la ecuación salvo por algún concejal suelto en algún municipio. Eso deja una dinámica de bloques y ahí dependes de la fortaleza de tus aliados.
– ¿Puede ser un poco lo que pase en La Rioja?
– Creo que en La Rioja por arriba podemos tener una situación muy pareja entre PSOE y PP, que no haya mucha distancia entre ellos. Por eso me interesa más saber con qué fuerza irrumpe Vox, que de momento no tiene representación parlamentaria y es posible que la consiga, y me interesa muchísimo saber qué va a pasar con toda la amalgama de partidos a la izquierda del PSOE, porque Concha Andreu puede ser la más votada pero puede perder el Gobierno porque su ala izquierda se vea volatilizada, mientras que el PP pueda sumar con Vox aún siendo segunda fuerza.
– ¿Qué peso va a tener la economía?
– Es verdad que las mejores previsiones económicas han hecho que dejemos de hablar de economía, pero va a estar presente. La economía va a afectar porque tiene efecto sobre el humor del país. La gente sigue haciendo cuentas y se pregunta si está mejor o peor que hace cuatro años. Fíjate, el Gobierno no perdió apoyos durante la pandemia, empezó a perderlos con el estallido de la guerra y la escalada de precios aunque algunas medidas han dado un buen resultado. ¿De qué hablaremos en unos meses? Pues no lo sé. Lo que pase en estos meses es muy importante. Quizás por eso las prisas del Gobierno en reformar determinadas cosas como lo del Constitucional. La idea es dejarse despejado el próximo trimestre del año y poder condicionar la agenda.
– ¿Qué efectos tiene en nuestra vida todo el embrollo con la renovación del Tribunal Constitucional?
– Pues eso es lo importante. El Constitucional puede decidir sobre muchas leyes que están sujetas a recurso como la ley del aborto, la de la eutanasia o la del Ingreso Mínimo Vital y podría decidir que son inconstitucionales. Por eso el Gobierno ha intentado desbloquear la situación, pero lo ha hecho mediante un procedimiento que no es el adecuado. Después el Constitucional ha tomado una medida muy razonable y otras dos que no lo son. La razonable era admitir a trámite el recurso. Las dos que son problemáticas son que participaran en la votación los dos miembros cuyo mandato está caducado y lo segundo, y más grave, decidir tomar medidas cautelarísimas que han paralizado al poder del Legislativo.
– Todo termina en un choque institucional.
– Es un choque institucional de gran magnitud que ha generado toda esta hiperreacción política e hipérboles de decir que esto es un golpe de Estado. Todo esto nos aboca finalmente a una dinámica de mayor polarización y de mayor desprestigio de las instituciones.
