A pocos días para que llegue uno de los sorteos más importantes del año, dos nuevas diosas de la fortuna han ‘aparecido’ en Rincón de Soto. El champán no riega (aún) la avenida Principe Felipe, pero las felicitaciones no dejan de sucederse. Un ramo de flores adorna el quicio de la pequeña ventana del estanco Mari Cruz. Este lunes está de estreno porque también se encargará de sacar adelante las loterías y apuestas que se hacen en el municipio que hasta ahora sólo se podían hacer en dos bares de la localidad.
Los clientes, habituales hasta entonces o no, entran y dan la enhorabuena a madre e hija, deseándoles los mejores augurios para el futuro más próximo. “Ya estamos al lío. Ya veréis cómo os va genial”, comenta uno de los que entra por primera vez a sellar su Primitiva al céntrico establecimiento rinconero.
Aún no ha caído un premio de los gordos, pero seguro que lo hará más pronto que tarde. “Llevamos con todos los trámites desde el verano y han sido muchos los gremios que han estado trabajando al pie del cañón para poder abrir lo antes posible. No ha sido hasta este lunes”, explica Saray.
Su madre, Mari Cruz, ha regentado este estanco durante casi una década. Desde entonces, las dos, mano a mano, han conformado una clientela fiel a la que cada vez ofrecen más servicios. El último, el de las loterías. “La idea era haber hecho toda la campaña de Navidad, pero ha sido imposible”. Su mayor ilusión sería poder estrenarse este jueves con alguno de los premios gordos. “¿Te imaginas?”, dicen ambas. Se miran entonces a los ojos con esa complicidad que sólo tienen las personas que pasan horas juntas arrimando el hombro en un proyecto común.
No les falta experiencia en el sector. Desde hace muchos años, algunas asociaciones del municipio les pedían ya lotería de Navidad para sus socios y amigos. “La comprábamos en otras administraciones y la traíamos a Rincón de Soto. Excepto en los bares, aquí no hay una administración de loterías como tal”, cuenta Saray mientras va atendiendo al incesante número de clientes que van llegando a lo largo de la tarde.
El céntrico espacio se convierte en pocos minutos en un lugar de reunión de varios clientes. Dentro del pequeño local tampoco faltan las colonias, las chucherías o incluso artículos de limpieza. “La clientela es fiel y al final se convierten en amigos. Ojalá pronto podamos dar buenas noticias en forma de premios”.
Convencidas de que la suerte llegará pronto a los rinconeros a través de su establecimiento, han hecho coincidir su apertura con uno de los sorteos más esperados por los españoles. La gente, que se ha ido enterando por redes sociales, cartelería y boca-oreja de la apertura, ha esperado para coger sus últimos décimos en el nuevo local.
Un establecimiento familiar que llevan madre e hija mano a mano y que quiere seguir ofreciendo más servicios a sus clientes. “Ahora que no me oye -comenta bajito Saray-, quiero dar las gracias a mis padres . Yo me empeñé en empezar con esta locura y me han apoyado en todo. Sin ellos hubiese sido imposible”. Mari Cruz atiende entonces a otro de los clientes que acaba de cruzar el umbral de la puerta.
A todos les reciben las dos con la misma sonrisa. Esa que asegura que algo muy bueno está por llegar. Quien sabe, quizás el próximo “400.000 euros” que cante un niño de San Ildefonso vaya de la mano de uno de los números que desde este lunes han empezado a vender.
