Fue en 2014 cuando se puso en marcha de la Unidad de Ictus en el Hospital San Pedro. Desde entonces muchos son los logros que han conseguido afianzándose como un grupo de trabajo estable dentro del hospital San Pedro. Francisco Julián es su coordinador.
-¿Qué es exactamente un ictus?
– Se trata de un problema vascular que afecta a los vasos sanguíneos del cerebro y puede afectar mucho o poco dependiendo de la cantidad de zona del cerebro que se vea dañada o de la zona a la que afecte. Un ictus isquémico es el que un coágulo sanguíneo bloquea o estrecha una arteria que conduce al cerebro y a sangre no llega a las neuronas. La primera hora de un ictus provoca un envejecimiento instantáneo de 3,6 años del cerebro. En los ictus complejos ese envejecimiento puede multiplicarse por diez. Una persona puede meterse en la cama con un cerebro de 50 años y levantarse con uno de 80.
– ¿Cuáles son los síntomas principales que nos hacen darnos cuenta que estamos sufriendo un ictus?
– Hay síntomas muy variados pero hay algunos que son siempre los mismos. Es un episodio que no va poco a poco; uno está bien y de repente se encuentra mal. Cuando nos dicen que lleva varias semanas encontrándose mal ya sabemos que no es un ictus, pueden ser otras cosas, pero un ictus no. Además hay otro síntoma clarísimo y es la pérdida de fuerza en el brazo o en la pierna, en cualquiera de los dos. Esa sensación de que se te cae el brazo, como si lo tuvieses anestesiado. También suele haber una desviación de la comisura bucal y a veces complicación para articular palabras. Esto puede ser por dos motivos porque no entiendan lo que se le está diciendo o porque no sepa encontrar las palabras adecuadas para responder.
– ¿Qué tenemos que hacer cuando vemos que nos está pasando algo así o a alguien con el que estamos?
– Hay que llamar directamente al servicio de emergencias a través de 112. Además sería conveniente que si hay acompañantes alguien grabase esos primeros minutos porque un ictus puede durar unos minutos o media hora. A veces son amagos que con esa grabación nos pueden ofrecer mucha información a los médicos para evitar un problema más gordo.
– ¿Hay alguna forma de evitarlos?
– Esa va a ser la mejor pregunta de todas porque la respuesta es rotundamente sí. Hay factores genéticos pero es que hay muchos factores que podemos controlar. Los ictus en la gran mayoría de las ocasiones van acompañados de tensión alta, colesterol alto, diabetes no tratada adecuadamente, falta de ejercicio físico, vida sedentaria, mala alimentación, exceso de sal en las comidas, consumo de tabaco… Con una alimentación sana y variada y haciendo ejercicio físico tenemos un porcentaje mucho más bajo de sufrir un ictus.
– ¿Qué tipo de actividad física?
– No hablo de caminar. Por debajo de los 70 hay que intentar que nos suban las pulsaciones de alguna manera para que ese ejercicio físico sirva. Además en el caso de sufrirlo, las personas que tienen una alimentación sana y equilibrada y hacen ejercicio evolucionan mucho mejor.
– ¿Qué consecuencias acarrea un ictus?
– Todo depende de la gravedad del mismo. Hay veces que la persona está haciendo vida normal en cuestión de días y recuperan totalmente su vida, otros que necesitan algo de rehabilitación o logopedia y otros que son fatales. Algunos provocan una dependencia total del paciente que supone complicaciones no sólo para ellos si no también para sus familias.
