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La UD Logroñés cae en Murcia sin generar una sola ocasión y deja a Aguilá en la cuerda floja

Foto: Real Murcia

La UD Logroñés ha caído frente al Real Murcia (1-0), por culpa de un tanto de Loren Burón en la primera mitad. Mala imagen de los de Albert Aguilá, que no han disparado a puerta ni han generado peligro en el Enrique Roca. Incapacidad. Después de esta derrota, el técnico queda más cuestionado que nunca. 15 de 36 puntos y tres partidos de liga sin ganar (dos empates y una derrota).

Después de sufrir para eliminar al Navalcarnero en Copa (1-3), los riojanos necesitaban ganar para relajar la situación. El triunfo copero requirió de una remontada y una prórroga, mientras que el juego tampoco convenció. Con el fin de lograr su cuarta victoria lejos de Las Gaunas y aliviar su situación, el entrenador ha apostado por la siguiente formación: Crettaz en portería; Cristian, Arregi, David Fernández y Iñaki en línea defensiva; Sierra y Markel en sala de máquinas; línea de tres para Doncel, Boniquet y Menudo y arriba, Vinicius. Han quedado fuera Schutte, Campins y Pradas por molestias físicas.

Foto: Real Murcia

Anteriormente, tanto Clau Mendes como Zourdine se habían quedado fuera de la convocatoria. Muchas bajas en las filas visitantes y una notable en las pimentoneras, Pedro León. Se medían dos equipos llamados a mucho más. Como mínimo, al playoff de ascenso. Con Mario Simón también cuestionado en el banquillo de los locales, era una noche en el filo. Cuando dos equipos tienen dudas, es posible que contemporicen. En eso se ha convertido el guion en el Enrique Roca. Dominio del Real Murcia y paciencia de la UD Logroñés en posesiones que no hacen demasiado daño. Muy poco fútbol en la Región. Algo previsible.

Media hora ha tardado en llegar la primera acción a reseñar para los de Logroño. Desde la pizarra. Sierra la ha puesto al segundo palo y Arregi la ha centrado hacia David Fernández. La edad le ha pesado al central, que no ha rematado bien. Más prestos han estado los murcianos, que se han adelantado desde la esquina. Ganet ha intentado el gol olímpico y bastante ha hecho Crettaz con sacarla. El cuero le ha caído a Loren Burón, que ha anotado el 1-0 para colocarse en playoff. Blanda otra vez la defensa blanquirroja, no es novedad. El equipo sigue sin transmitir solidez y sin disparar a portería en 46 minutos. Ya no es noticia.

Aguilá volvía a verse en apuros y la estadística no engañaba a nadie. En el minuto 50, 14 disparos del Murcia (muchos de ellos fuera o sin peligro), por cero de los visitantes. Así es imposible. Demasiada horizontalidad, demasiada intermitencia. Luces apagadas en los metros finales y pocos cambios tras vestuarios. Con Sierra muy apagado, solo Doncel protagonizaba algún chispazo. La sensación de impotencia invadía a los aficionados, sin que se produjeran cambios en el banquillo. Tampoco era el día de Arregi construyendo juego. En realidad, no era el día de absolutamente nadie vestido de blanquirrojo.

“¿A quién sacamos desde el banquillo?”, se preguntaban algunos hinchas por las redes sociales. Arbeloa y Pichín han inaugurado las oportunidades de revulsivos, en el minuto 67. En una rápida mirada a los suplentes, no había demasiada dinamita. Sin profundidad y con una desconexión evidente del aficionado, la temporada volvía al gris. No había razones para ilusionarse y los minutos pasaban. No había ocasiones, pero tampoco tiros. El contador blanquirrojo de disparos seguía a cero (dos al final), mientras subía el número de saques de esquina. Ninguno entrañaba peligro. El día de la marmota. Y para colmo, Loren ha estado cerca de hacer el 2-0.

Foto: UD Logroñés

El Real Murcia no sufría lo más mínimo y además, Iñaki Sáenz ha visto la segunda amarilla después de un codazo a Loren. Con diez futbolistas y cerrando con tres atrás, solo quedaba arriesgar. Pero no ha habido ni la más mínima posibilidad de empate, ni con Sergi López (debut en liga), ni con Noé Ela. La próxima cita ante el Amorebieta (domingo 12:00, Las Gaunas), servirá para comprobar la reacción de la grada. Más que enfado, el sentir ya es de indiferencia total. Y esa es de las peores sensaciones posibles.

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