En una clase magistral sobre el pasado, el presente y el futuro del sector del vino; el catedrático de la Universidad de La Rioja, Fernando Martínez de Toda ha explicado este lunes las claves de un año protagonizado por la escasez de agua y las altas temperaturas. “Complicaciones a las que los agricultores riojanos han sabido sobreponerse para sacar un gran resultado” , ha comentado la periodista de NueveCuatroUno, Leire Díez, quien se ha convertido una vendimia más en la cronista de una cosecha para recorrer más de 1.500 kilómetros para detallar a través de casi un centenar de artículos la magia de una época especial en la región.
Seguro del futuro que se nos viene encima, Martínez de Toda ha explicado que la vendimia de este 2022 no ha sido más que “un anticipo del futuro próximo”, calificando la de este año como “una vendimia para disfrutar”, ya que ha servido para ver “hasta donde llega la viña en un año excepcional por las elevadas temperaturas y una menor precipitación”.
“Algo que va a ser la tónica general de los próximos veinte o treinta años ya que todas las predicciones apuntan a eso”, ha añadido, detallando que un año seco, por definición, y con una temperatura con máximas de entre dos y tres grados por encima que en los años anteriores, la planta ha tenido un 30 por ciento más de acumulación de temperaturas. Una campaña en la que los trece grados alcohólicos de referencia se han alcanzado en fechas mucho más tempranas que en años anteriores.
“Eso ha llevado a un adelanto del inicio de la vendimia, pero también a una menor acidez que en una cosecha normal. Esto supondrá vinos más planos, especialmente en una variedad tan sensible a las temperaturas como es el Tempranillo. Y eso va a ser un problema a futuro en algunas zonas que son prácticamente monovarietales, como Rioja Alavesa, y que conlleva también un desacoplamiento entre los antocianos y los azúcares porque la maduración de la uva se ha realizado a temperaturas excesivamente altas con un desarrollo de los aromas y una maduración fenólica mucho más complicadas”, ha señalado.
Y del presente al pasado casi sin darnos cuenta para recordar la vendimia del 77. “Rememoran los agricultores que fue el año en el que los reyes eméritos viajaron a La Rioja. Estaban vendimiando cuando llegó el helicóptero”, ha explicado el catedrático. “Eso supone que se estaba vendimiando un 14 de noviembre en las partes más frías de la región”, algo que se ha convertido ya en historia de la denominación. “Ese año hubo zonas altas en las que no se llegó a los diez grados de maduración”.
Y del pasado al futuro para avisar de que “estamos en un incremento de entre dos y tres grados en las máximas que viviremos a partir de ahora” y con precipitaciones si no menores sí más irregulares. “Llegarán lluvias que en muchos casos serán intensas y que el suelo será incapaz de absorber y de aprovechar” con una maduración con quince días de adelanto con respecto a la media de los últimos años.
No hadado, eso sí, en dar las claves hacia las que hay que trabajar para sobreponerse al cambio climático. “Vamos por el buen camino porque no va a ser de hoy para mañana. Ya se están haciendo cosas y aún tenemos tiempo para reaccionar”, ha dicho. “Hay que poner encima de la mesa quince o veinte técnicas que consigan que la uva madure más tarde, conseguir volver a vendimiar por El Pilar o incluso por Todos los Santos”, ha añadido.
“Las hay y se están trabajando en ellas”, ha asegurado, detallando que será vital poner la vista en el campo con medidas dirigidas al material vegetal, a los diferentes clones que ya se van conociendo de las mismas variedades o incluso a la introducción de variedades foráneas más tardías. “Hay que seguir apostando por el Graciano y el Mazuelo y trabajar mucho en la orientación de viñedos, técnicas novedosas de cultivo, la apuesta por zonas con cada vez mayor altitud que maduran con estas temperaturas mucho mejor”. Aplicar, en definitiva, técnicas relacionadas con la sostenibilidad, dar mayor atención al viñedo y proyectos de recuperación de viñedos antiguos que son el futuro de Rioja.
