El olmo de montaña de El Rasillo, que mide unos 7 metros y se estima que supera los 400 años, opta a ser el mejor árbol de España en 2023, entre otras razones, porque es el único de esta especie que queda en la plaza de un pueblo.
Este olmo de uno de los candidatos al certamen convocado por Árboles Sin Fronteras, con el fin de destacar los interesantes árboles y bosques singulares de España, como un importante patrimonio natural y cultural que se debe apreciar y proteger.
En la página web del concurso se indica que este olmo de El Rasillo, cuyo perímetro mide 5,20 metros, es el único árbol de esta especie que queda en la plaza de un pueblo en España, como “testigo de la tradición y la historia”. A ello añade el valor botánico y sentimental del olmo, que fue declarado árbol singular de La Rioja en 2006 e incluido en el correspondiente catálogo.
También detalla que representa “la tradición ancestral de plantar un olmo en lugares sobresalientes de pueblos y ciudades, bajo los que se dictaban sentencias y se realizaban pactos”.
Durante la pasada primavera sufrió el ataque del hongo Ophiostoma novo ulmi, causante de la grafiosis y, con los tratamientos adecuados, lo ha superado, “lo que en sí mismo lo hace singular” porque es muy difícil que ocurra en un árbol de esta edad que ha sido atacado hace esos meses.
Los otros diez candidatos son plátano Biar, en Biar (Comunidad Valenciana); carballo de Gregorio, en Boquixón (A Coruña); encina del Monte de La Redonda, en Colindres (Cantabria); pino gordo Vilaflor de Chasna, en Santa Cruz de Tenerife; carballo de Santa Margarita, en Pontevedra; y el moral de Villoviado, en Burgos.
A ellos se suma el castaño del Tío Trazas, en Los Santos (Salamanca); carbayón de Cornellana, en Cornellana (Asturias); el hayedo de Montejo de la Sierra, en Madrid; y el bosque de la abundancia en Orea (Guadalajara).
En este concurso, a diferencia de otros, no es importante la belleza, el tamaño o la edad de los árboles o los bosques, sino la historia y la relación con las personas y el territorio, egún la organización.
Por ello, se busca “árboles y bosques que se han convertido en una parte integrante de la comunidad en su sentido más amplio”.
