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Logroño honra la memoria de las brujas de Zugarramurdi

En tiempos en que la polarización y la crispación amenazan a menudo con desbordar el vaso, Logroño ha vuelto a recordar este sábado que siempre hubo tiempos peores. La capital riojana rebobina este fin de semana la línea de tiempo para evocar una de las páginas más oscuras de la historia de nuestro país: la quema de las brujas de Zugarramurdi en el Auto de Fe de 1610.

Mediante una treintena de actividades, la ciudad no deja caer en el olvido el proceso por el que once vecinos (en su mayoría mujeres) de Zugarramurdi (Navarra) fueron condenadas a ser “relalajadas” en el cadalso. El acto central del programa ha desarrollado en un abarrotado Paseo del Espolón, donde cientos de personas se han congregado para ver cómo se las gastaba la ‘justicia divina’ hace cuatro siglos.

 

La Santa Inquisición ha apresado a las brujas en pleno akelarre, escenificado en el Parque del Ebro. Desde allí se ha puesto en marcha el cortejo de la ‘Procesión de la Cruz Verde’ rumbo al Espolón, donde se ha representado el fatídico Auto de Fe de 1610, en el que las procesadas han tratado de defenderse en vano de acusaciones como “hacer hechizos con culebras, lagartos, sabandijas ponzoñosas o pelos de lobo”, así como de “comer carne cruda de brujos fallecidos”.

Para que las barbaridades de entonces no caigan hoy en el olvido, el Ayuntamiento de Logroño, la Guardia de Santiago y la Asociación de Vecinos Centro Histórico se han desfondado para transformar la ciudad con un ‘Mercado de la Brujería’, espectáculos para todos los públicos e innumerables pasacalles medievales.

Este domingo se pondrá fin al programa de actividades del ciclo con una decena de actos que tendrán su colofón en ‘El baile de los malditos’ en El Espolón.

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