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La Rioja del pasado se vive en el presente: dinosaurios y trashumancia

La naturaleza siempre es una de las mejores compañías para envolverte y estar en pleno contacto con ella, sea la época del año que sea. Y aunque el ajetreo diario dificulta este acercamiento, la ventaja de La Rioja es que dispone de infinidad de espacios naturales, rutas rurales y actividades deportivas y de aventura que nos conectan de una forma didáctica y, sobre todo, divertida.

Declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera, Enciso es uno de los espacios más singulares de la región y una parada obligatoria en este nuevo estilo de turismo. Un municipio atravesado por el río Cidacos que cuenta con más de 3.000 icnitas de dinosaurio que el visitante puede descubrir gracias al parque de paleoaventura Barranco Perdido y al Centro Paleontológico.

Adentrarte en el parque significa viajar en el tiempo, situarse en el antiguo Mar de Tethys y caminar por un inmenso yacimiento paleontológico que podrás ver desde arriba gracias a un Circuito de Multiaventura con más de quince juegos de puentes, pasarelas, redes y obstáculos de paso de primer nivel, conectados a su vez con tirolinas.

Una vez hecha la vista de pájaro, volvemos a suelo firme para sumergirnos en un Circuito Paleontológico donde buscaremos fósiles en una excavación abierta que permitirá identificar y clasificar los hallazgos y registrarlos en un panel digital. Con el material recogido, toca volcar la información en el Laboratorio del Tiempo a través de mesas interactivas para comenzar con un juego de trivial que concluirá con la entrega de diplomas a los “nuevos” paleontólogos.

Con la idea principal de combinar la experiencia de la aventura con la de la paleontología, el parque se complementa con el Museo Cretácico, en el que el visitante podrá ver una exposición en 3D para acercarse a la forma de vida de los grandes saurios, su manera de alimentarse, su hábitat y costumbres de caza 120 millones de años atrás.

La riqueza natural y paleontológica de la sierra del Alto Cidacos no acaba aquí. A unos 500 metros del parque, los yacimientos de icnitas de la zona de la Virgen del Campo ofrecen al visitante más de quinientas huellas y maquetas de dinosaurios que, gracias a la interpretación de un guía especializado, adentrará a peques y mayores en un mundo de película.

Ya en el pueblo, no te asustes si a las 12, 14 y 18 horas un gran rugido despierta la calma del municipio. El famoso reloj dinosaurio del Ayuntamiento es uno de los grandes reclamos junto con la Parroquia de Santa María de la Estrella, la ermita de San Emeterio y San Celedonio o su castillo, uno de los más antiguos de La Rioja. Una villa digna de descubrir donde la oferta gastronómica y de alojamiento facilitará y enriquecerá la visita.

Parque Natural de Sierra Cebollera

Más de 23.000 hectáreas y cumbres de 2.000 metros de altura que recuperan los antiguos bosques después de siglos de intensa trashumancia es lo que te espera en las tierras de Cameros. Extensos bosques naturales, increíbles saltos de agua e hipnóticas cascadas conforman el Parque Natural de Sierra Cebollera donde, la convergencia de dos influencias climáticas, mediterránea y atlántica, derivan en una peculiar variedad de especies de flora y fauna.

El edén perfecto para pasear por una red de senderos de casi noventa kilómetros con distintos grados de extensión y dificultad, la oferta turística se complementa con actividades guiadas por especialistas y el increíble Parque Aventura Sierra de Cameros.

Sierra Cebollera | Foto: La Rioja Turismo

Más de 11.000 metros cuadrados en plena naturaleza que prometen hacer las delicias de toda la familia con circuitos de torres de madera, puentes colgantes de cuerdas, escalada en rocódromo y tirolinas entre otros. Concretamente, en este espacio se reparten cuatro circuitos, dos de tipo familiar, orientados a los niños acompañados por mayores, y otros dos más deportivos. Además, una tirolina de 30 metros con un desnivel más tranquilo y sin mucha velocidad, y otra de 120 metros en la que el participante sale a 10 metros sobre el suelo.

Emociones fuertes que dan paso a otras más tranquilas donde el visitante podrá disfrutar de la escalada en rocódromo, el ‘tubing’, una pista de 50 metros de descenso con donuts neumáticos, el tiro con arco, el mini golf o el juego de estrategia Archery Tag, una actividad semejante al Paintball donde se utilizan arcos y flechas con puntas de espuma donde los participantes llevan a cabo estrategias de combate táctico.

Porque la naturaleza riojana no es solo para disfrutarla en verano, los colores de esta nueva estación son un reclamo más para adentrarse en los secretos de una región rica en paisaje, gastronomía y tradición. Y precisamente visitando esta zona de Cameros, podemos viajar a ese pasado donde la trashumancia ha dejado vestigios imperdibles, como corrales, chozos pastoriles y ermitas.

La Venta de Piqueras, sin ir más lejos, fue un antiguo descansadero de ovejas. Un lugar aislado en plena naturaleza donde el aire se respira libre y se puede disfrutar de la auténtica comida casera: cuchara, cuenco y cantidad.

Y para conocer más de cerca cómo ha sido la transformación del paisaje, la trashumancia y las costumbres y vida tradicional de las gentes de Cameros, el Centro de Interpretación del Parque Natural, situado en Villoslada de Cameros, te espera con su exposición permanente sobre las características más singulares del Parque Natural a través de paneles, maquetas, materiales y con una proyección audiovisual.

*Contenido especial para La Rioja Turismo

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