Ropa para mujeres reales. Esta es la premisa con la que la firma de moda femenina Koker se ha convertido en una de las más populares actualmente en nuestro país. Y ahora, también en Logroño. El grupo cerró 2021 con unas ventas de 7,5 millones de euro y cuenta con 89 establecimientos entre propios y franquiciados.
A Logroño (calle República Argentina) ha llegado de la mano de Mayte García Corral gracias a un viaje a Benidorm. Y es que las buenas ideas pueden surgir de cualquier forma. “Hace dos años estaba de vacaciones y vi la tienda. Me encantó y salí con un montón de bolsas. Me gustó tanto que empezó a rondar por mi cabeza el traerla a Logroño. Yo tenía una ferretería, la cerré y aposté por este proyecto”, explica Mayte.
Conocida por haberse hecho hueco en el armario de las celebrities del momento, las prendas de Koker se ven diariamente en la televisión gracias a Lydia Lozano, Alba Carrillo, Belén Esteban, Sonsoles Ónega o Anne Igartiburu, entre otras. “La producción se realiza en Europa, mayormente en España, Italia y Portugal, apostando siempre por la calidad del producto y cuidando hasta el último detalle”.
El objetivo de la marca pasa por sacar al mercado prendas coloridas y originales para crear colecciones vibrantes y con mucha personalidad, manteniendo precios asequibles. “El color es lo que más llama la atención a las clientas y lo que me hizo a mí decantarme por esta aventura. Además, descubren ropa que no encuentran en ningún otro sitio. La exclusividad también es importante”.
El tallaje es otro de los aspectos que trae de cabeza a más de una. “Aquí traemos ropa desde la S hasta la XXL, aunque la mayoría de las tallas son únicas, eso sí, muy amplias”. Y es que, varios estudios de por medio y muchos años de experiencia, han dado con el ‘patrón perfecto’. ¿El secreto? combinar partes elásticas o fruncidos con volúmenes y cortes asimétricos elaborados con tejidos que mezclan el elastano con otros materiales para adaptarse a cada cuerpo.
Otra de las bondades de las prendas de Koker es su versatilidad. La propia Mayte cuenta su experiencia: “Una misma falda de tul puede servirte para una boda con un cuerpo más especial o para un sábado por la noche con una camiseta y unas botas”.
Además, la marca renueva colección cada semana “y traemos pocas unidades por prenda para que las clientas se sientan siempre únicas. Todas las que entran a la tienda se sorprenden por la luz del local, el colorido de la ropa y por no encontrar nada igual en el mercado”.