Han pasado algunos años desde el último congreso, aquel en el que en ambos lados de los candidatos se lanzó a los afiliados a un campo de batalla quedando fracturado el partido. Una cruenta batalla en el que los ganadores fueron los candidatos, un tiempo en el que observamos perplejos cambios de filas y malabares por subsistir en el circo político.
Lo cierto es que a través de su diario y en los mentideros se habla de un candidato impuesto, no es ninguna novedad, pero poco se habla de una renovación real. Siguen salvando sus sillones los mismos de siempre, Conrado, Cuevas, Bengoa, Oses, Merino… aquellos definidos como varones del PP que nunca han sabido dejar sitio a otras/otres/otros que lleven al PP a ser un partido fuerte y unido. ¿Será capaz el señor Capellán de renovar de una vez por todas las tan apreciadas sillas y de eliminar la mediocridad de sus filas?
Y mientras queda una sola conclusión en el tablero, la gente de las cabeceras de comarca y pequeños municipios ni existen ni existirán… con ganar la capital, el resultado se cree acertado, pero sin unidad, sin renovación real y sin bases el PP hace aguas. ¿Dónde están sus futuros alcaldes/as, concejales y concejalas que no viven de la política?
Hubo una gran generación de gente que tendrá entre 43 y 54 años que crecieron desde las bases, chuparon banquillo, aprendieron en la calle y salieron silenciosamente dejando un gran hueco en el partido… aquellos/as/es que tenían un futuro profesional más allá del político.
PD. La retirada de candidatos por falta de liderazgo y la pataleta del señor Bretón de poco van a servir a medio año de unas elecciones porque a todos ellos como oposición ni se les ha visto ni se les espera.
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