La Rioja

Lo mejor de la huerta riojana vuelve al Paseo del Espolón de Logroño

Foto: Raquel Manzanares EFE

Una docena de productores riojanos han exhibido este domingo en Logroño sus frutas, verduras y hortalizas en el 53 Concurso Agrícola de La Rioja, que defiende los productos de “kilómetro 0” y el compromiso con las prácticas sostenibles.

Este colorido mercado, que se celebra en Logroño desde 1958 como preludio a las fiestas de San Mateo, es la actividad más tradicional de las organizadas por la Fundación Caja Rioja, y esta edición ha recuperado su normalidad tras su suspensión en 2020 y la celebración con restricciones el año pasado.

Hasta el paseo del Espolón se han desplazado a visitar los puestos la presidenta del Ejecutivo regional, Concha Andreu; el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza; y la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz; entre otras autoridades.

Como novedad, esta edición se han celebrado dos talleres infantiles de alimentación saludable, para niños de 6 a 11 años, en los que varios profesionales de la nutrición han explicado mediante fotografías y ejemplos sencillos los aspectos más importantes para comer de forma sana.

Tomatas, pimientos rojos y verdes, piparras, cebollas, zanahorias, calabacines, berenjenas y calabazas son algunas de las hortalizas que se han ofertado en este mercado, donde tampoco han faltado frutas clásicas como melocotones, uvas, peras, manzanas e higos, y otros productos más novedosos, como kale, verduras deshidratadas, infusiones artesanales y fresas de cultivo hidropónico.

Desde el municipio de Lardero ha acudido el agricultor boliviano René Molina, quien ofrecía a los visitantes para degustar rodajas de tomata rosa aderezadas con aceite de oliva y sal. Ha explicado que en su huerta cultiva también peras, melocotones, nectarina, paraguayos y otras verduras, que vende en su tienda de Lardero.

Molina ha lamentado que la escasez de lluvia de este año ha obligado a regar más sus cultivos y las heladas tardías de primavera han mermado la producción de fruta de hueso, por lo que ha reconocido que “ser agricultor es muy duro, pero a quien le gusta, lo lleva bien”.

También desde esta localidad se ha desplazado al mercado Daniel Leza, quien desde hace ocho años se dedica a producir fresas en invernadero mediante cultivo hidropónico, el único de toda La Rioja que ha optado por esta fruta. Esta fresa es más pequeña que los fresones del sur de España, que se venden entre noviembre y mayo, pero la riojana tiene “más sabor y sabor”, porque se coge cuando alcanza su punto de madurez, entre junio y noviembre.

EFE/Raquel Manzanares

Leza ha reconocido que este año ha sido “muy complicado” por las altas temperaturas, que han dificultado que las flores cuajaran bien y los abejorros no han podido hacer su tarea.

 

Aunque su familia ya cultivaba otros productos, como verduras, viñas y olivos, ha indicado que optó por diferenciarse con algo que no hubiese en La Rioja y “ha funcionado muy bien”.

Otro modelo de agricultura es el que desarrolla la asociación “El Colletero” de Nalda, que tiene un club de consumo en el que participan un centenar de familias riojanas, quienes reciben entre dos y cuatro cestas al mes de productos de temporada, ha detallado a Efe una de sus responsables, Raquel Ramírez.

Este club, “Huertas del Iregua”, permite cultivar productos ecológicos y de “kilómetro 0” mediante políticas sostenibles y de economía social, ha relatado, ya que cinco personas pueden trabajar en las labores agrícolas y el posterior embolsado de las frutas y verduras.

 

 

 

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