Pablo Hermoso de Mendoza (PSOE) afronta su asalto a la reelección como alcalde de la capital riojana con un objetivo: lograr 30.000 votos. Esa cifra le asegura, prácticamente al cien por cien, repetir durante otros cuatro años más al frente del consistorio. En 2019, tras dar el salto a la política un año antes, consiguió 28.000. En la fuga de votantes de Ciudadanos (10.000 hace cuatro años) estará el maná que dará las llaves del Ayuntamiento de Logroño a un lado u otro de la balanza.
El líder socialista se toma las elecciones de mayo de 2023 como un examen. La respuesta real para comprobar si Logroño “compra” su modelo de ciudad o si le da una bofetada de urna en urna para que deje las calles quietas. “Quiero testar de qué madera estamos hechos, qué tipo de Logroño queremos para nuestros hijos y nuestros nietos. Hemos marcado un camino, más allá del debate público, que define un modo de estar en política y hacerla. Puede haber gente que diga que sí, que adelante, y gente que diga que no, que ve Logroño con otras necesidades, prioridades y ritmos quizás más lento y sosegado”.
Hermoso de Mendoza llega al BAR (Boletín de Actualidad Riojana) de NueveCuatroUno para analizar el pasado, presente y futuro, tanto de Logroño como del PSOE y del propio alcalde.
– ¿A quién fue la primera persona a la que le dijo que se volvería a presentar?
– A mi mujer. Más que decírselo fue una conversación constante”.
– ¿Es Pablo Hermoso de Mendoza un alcalde normal?
– No sé qué se entiende por normal. Soy un alcalde que intenta hacer aquellas cosas en las que creo. Me meto en la cama y estoy en conciencia tranquila con lo que hago. Aún así, en política nadie tiene la verdad absoluta ni la razón única.
Nos llevamos la conformación de la lista al símil futbolístico porque el primer edil logroñés siempre habla de equipo. ¿Hay algún lesionado? ¿Algún jugador con el cartel de transferible o cedible? ¿Habrá fichajes? ¿Mira el mercado? “El equipo está solido y la columna vertebrada está creada. En estos tres años hemos aprendido, aunque necesita fortalecerse porque somos un equipo con poco banquillo y necesita fortalecimiento. Está equilibrado entre partido e independientes, así como de diferentes sensibilidades. Gente que tiene empresa o viene del mundo profesional, del mundo de la educación, de la academia, del activismo… refleja bien la pluralidad de la ciudadanía logroñesa”.
Y se lanza Hermoso de Mendoza a continuar con el fútbol. “Hemos metido algunos goles en la primera parte, pero debemos hacer una segunda que cierre bien el partido y concluya las cuestiones con las que estamos en proceso”. ¿Por qué entonces han acelerado tanto a la hora de realizar cambios en la ciudad? No duda: los fondos europeos recibidos por el ayuntamiento, que rondan los veinte millones de euros para transición ecológica y digital. “Tenemos la posibilidad de financiar las inversiones con dinero de Europa, algo que no había sucedido antes y es posible que no vuelva a suceder”.
“Europa financia esto: movilidad sostenible, carriles bici, ampliar aceras, impulsar el transporte público…”, explica, cifrando entre el cincuenta y el ochenta por ciento el dinero que cubre Europa para realizar obras como las impulsadas en La Villanueva, Vara de Rey, República Argentina, Murrieta, Vicente Ochoa o Siete Infantes, entre otros. “¿Cómo no aprovechar ese momento? Administrativamente nos exigen que acabemos antes de 2023, así que ha sido meter dos o tres velocidades más al trabajo”.
Destrozo de Mendoza
Consciente de ser apodado ‘Destrozo de Mendoza’, ¿cómo se toma esa situación? “El humor siempre me ha parecido inteligencia destilada y hay algunas cosas que me hacen reír, pero las palabras despropósito, destrozo, estropicio… cuando esto me pasa y la gente me interpela en la calle, le pido que entremos en la conversación y los argumentos. Estoy al tanto de todas y cada una de las críticas que la gente dice. Intento tomármelas bien porque esos ciudadanos pueden estar molestos e irritados. Lo que intento es llevar la conversación a un debate argumentado”.
Otra de las críticas recurrentes de la ciudadanía se refiere al Lexus del que dispone el primer edil. Algo así como que vaya “jeta” por decirnos a los logroñeses que vayamos en bici mientras él se mueve en un flamante coche a costa del erario público. No rehúye el asunto el alcalde, quien explica que a su llegada al ayuntamiento se encontró con cinco personas para actuar de conductores: cuatro polícias locales y un chófer. También había tres coches: un renting y dos Laguna.
“La primera decisión que tomé fue bajar a la Policía Local y al jefe le dije que esos cuatro policías, dadas las circunstancias de tranquilidad actual, se podían dedicar a cuidar a la ciudadanía y no a cuidarme a mí”, señala, poniendo el acento en que ahora sólo queda una persona como conductor. Además, detalla que uno de los Laguna se lo entregó al Parque de Servicios para sus labores. “El renting se acabó y se sacó un nuevo contrato con las mismas condiciones para renovar el servicio. Se piensan que es mi coche, pero yo lo utilizo poco. Ese coche está a disposición de los veintisiete concejales del ayuntamiento”.
