En solo dieciocho semanas, República Argentina se ha transformado para devolver al peatón el protagonismo de la movilidad en esta céntrica calle logroñesa, en el tramo comprendido entre la Gran Vía y Pérez Galdós. Una intervención en tiempo récord -las obras han concluido dos meses antes de lo previsto- que han transformado por completo su aspecto para convertir la vía pública en un lugar de estancia, no solo de paso.
Como se aprecia en el interactivo superior, hasta la reforma el peatón estaba arrinconado en la calle, con apenas una cuarta parte del ancho de la vía a su disposición. Pasear con un cochecito de bebé o sobre una silla de ruedas obligaba a negociar el paso cuando otro viandante transitaba en sentido contrario.
Con la irrupción de la pandemia y la necesidad de pasear con distancia social, el Ayuntamiento aplicó el conocido como urbanismo táctico para dejar la calle con un único carril para el tráfico rodado. Con la consolidación de las obras, los viandantes disponen de tres cuartas partes del ancho de la calle, gracias a la ampliación de aceras.
En la búsqueda de la comodidad del peatón, además, se han incorporado árboles, jardineras y mobiliario urbano para generar zonas estanciales.
Asimismo, y con el objetivo de impulsar la movilidad peatonal de lado a lado de la vía, se ha creado un amplio paso de cebra a mitad del tramo entre Gran Vía y Pérez Galdós. Así, la calle pasa de dos a tres pasos de peatones en los 200 metros en que se extiende el tramo.
Esa nueva zona para cruzar se ubica en la intersección con la calle Pilar Salarrullana, un espacio al que se otorga un protagonismo especial y que se configura como una plaza para que ambas calles compartan tránsito de personas y estancia.
Avanzando hacia el sur, el carril único para coches (configurado de forma sinusoidal para que los conductores aminoren la marcha) se bifurca para mejorar la mantener la capacidad de la vía para tráfico rodado en la confluencia con Pérez Galdós.
La nueva logística de la vía
Los precedentes de vías en las que se ha reducido la presencia de coches para dar mayor protagonismo al peatón demuestra que en estas calles se genera más y mejor comercio. Por ello, la reconfiguración de República Argentina planteaba el reto de establecer zonas logísticas para que los comerciantes puedan seguir atendiendo a sus proveedores.
Así, se mantiene una banda de aparcamiento de alta rotación -en la que los vehículos pueden estacionar durante un máximo de 20 minutos- y una zona de carga y descarga en el flanco este de la vía, además de otras tres plazas en el ala oeste del inicio de la vía.
Por último, la intervención se completa con la incorporación como dotación de una plaza de aparcamiento reservada para personas con movilidad reducida y se fomenta el uso de medios de transporte más sostenibles con la implantación de estacionamientos destinados a motos y bicicletas.
Las obras de urbanización han supuesto una inversión de 736.089 euros, de los que más de un 60 por ciento los aportan los fondos ‘New Generation’ del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea.
