El río Ebro baña la comunidad a lo largo de 182 kilómetros de recorrido. Desde la capital riojana, los logroñeses y visitantes lo contemplan desde los cuatro puentes que lo cruzan: el Puente de Piedra, el Puente de Hierro, la Pasarela del Ebro y el Puente de Sagasta. Pero la imagen del Ebro en la mente de los ciudadanos queda lejos de sentirlo como “uno más de casa”.
“El Ebro como elemento de unión y no de separación”, esa es la filosofía de Ebroño, un programa que incentiva a los logroñeses a ser conscientes sobre el río y su importancia en nuestras vidas. Paseos en kayak al atardecer, una yincana por la ribera del Ebro, conciertos en directo y talleres de aprendizaje son algunas de las actividades que propone el programa. El Campillo acogerá Ebroño en su cuarta edición los próximos 2, 3 y 4 de septiembre.
“El objetivo de Ebroño es saltar a la otra orilla, que a veces la vemos tan lejos, mirar al río y ser conscientes de él”, explica Elías Villar, presidente de la Asociación de Vecinos Norte. Vencer la “barrera psicológica” que separa Logroño del margen izquierda del río es una de las premisas de Ebroño: “La gente ve El Campillo como algo lejano, cuando realmente estamos muy cerca del río”.
Actividad Yoga Ebroño en su edición de 2021 / Foto: Elías Villar
Este año, Ebroño abrirá sus puertas a los asistentes con un paseo en kayak al atardecer y una programación de cine al aire libre. Asimismo, ofrecerá a lo largo de sus tres días conciertos en directo, talleres de aprendizaje y diferentes actividades de la mano de la Casa de las Ciencias. Todo ello poniendo en foco el río que cruza la capital: “Muchas familias de fuera del barrio vienen a disfrutar de las actividades, ya que son aptas para todos los públicos”.
Así, Ebroño consigue romper la “barrera psicológica que crea el río en la mente de los logroñeses: “El barrio se está renovando y, poco a poco, también extendiendo. Cada vez viene más gente a vivir”. El presidente destaca la paz y tranquilidad de esta zona logroñesa, donde la mayoría de los vecinos son jóvenes y aprovechan para disfrutar de las características del margen izquierdo del río: espacios abiertos, zonas de recreo y nuestro preciado río.
Actividad “fitness” de Ebroño en su edición de 2021 / Foto: Elías Villar
Además, como novedad, Ebroño innova con un ‘pincho pote’ en el barrio, donde se cobrará un precio máximo de 3 euros por pincho y bebida (agua, vino, corto o mosto) y un pincho elaborado por los bares colaboradores con el proyecto.
El sueño de una plataforma flotante en el río
Elías quiere un Ebroño a lo grande, donde realmente “se disfrute y aproveche el río”. Por ello, el presidente de la asociación sueña con colocar una plataforma de 60 metros cuadrados aproximadamente en la orilla del río. “La idea sería realizar allí los conciertos y el espectáculo de voz y sonido, ¡sería magnífico!”.
Si bien el proyecto no ha podido ponerse en marcha por el momento, Elías quiere impulsarlo e “ir a por todas” para conseguirlo: “Si algún día lo conseguimos lograremos ser más conscientes del río y su importancia, que es la esencia de Ebroño”.
Concierto sobre el agua / Foto: Elías Villar
Pero Elías no se quedó muy lejos de lograr su sueño de Ebroño, la pasada edición extra del programa organizó un concierto musical sobre dicha plataforma flotante en el lago del Parque de La Ribera. “La expectación fue increíble, completamos el aforo que habíamos pensado que tendríamos, ¡fue espectacular!”.
