Elisa Garrido encara sus cuartas fiestas como alcaldesa de Calahorra. Después de tres años sin poder celebrar los festejos de verano, lo hace con ilusión por mucho que la oposición se encargue de decir que “no le gustan las fiestas”. El consistorio junto con la inestimable colaboración de las peñas y las asociaciones de la ciudad han preparado un programa repleto de actos para disfrutar de unas fiestas que se viven desde primera hora de la mañana en la calle.
– ¿Cómo esperan las fiestas desde el equipo de gobierno?
– Creo que con la misma ilusión que el resto de los calagurritanos. Se nota en el ambiente y en los actos previos. Está todo el mundo deseando que lleguen. Me parece que van a ser unas fiestas espectaculares por las ganas que hay de estar en la calle.
– No hay fiestas con usted al mando que no vengan con un tinte de polémica. ¿Cómo se lleva eso?
– Pues bastante bien porque creo que el PP cuando gobernaba pensaba que lo único que había eran fiestas. En la oposición sigue en la misma línea y son ellos los que generan este tipo de polémicas. Al final no son más que bulos. Nos demuestra que estamos gobernando bien y que lo estamos haciendo de la manera correcta. Eso implica que no tienen otra cosa de la que hablar que no sea la de inventarse bulos y sacar punta a cosas intrascendentes.
– Uno es el de los horarios de fiestas. ¿Han cambiado en algo con respecto a años anteriores?
– El Ayuntamiento de Calahorra se preocupa al principio del año de pedir la ampliación de horarios de bares para fechas señaladas como son las fiestas. Este año se ha hecho igual. El horario es el mismo porque la normativa no ha cambiado y eso es evidente. Son ganas de generar polémica. También se han inventado que no iba a haber encierros porque decían que no estaban puestos los tablones cuando desde hace años se ponen en una sola noche para molestar lo menos posible.
Son cosas que caen por su peso porque luego se ve que son mentira y lo único que pretenden es que haya malestar. A mí me parece que es una forma deshonesta de hacer política y que al final no tiene el resultado que ellos esperan. La gente termina viendo la realidad y las fiestas se disfrutan a pesar de estas polémicas estériles que solo pretenden generar ruido e intentar descentrarnos de nuestro trabajo.
– ¿Y eso se consigue?
– Pues tampoco porque seguimos trabajando. Por ejemplo, ya tenemos el proyecto de la estación intermodal, que se está validando. Nosotros seguimos trabajando sin parar. En lo que es más visible y en el trabajo de fondo que se ve menos pero es necesario.
– Uno de los problemas que sí ha sido real es que los programas han estado más tarde de lo habitual en formato físico. ¿A qué se ha debido?
– Pues principalmente a dos circunstancias. Primero que se trabajó con la previsión de hacer fuegos artificiales. Se sacó a licitación, se tuvo que sacar una segunda vez porque la primera quedó desierta y entonces llegó una normativa del Gobierno de La Rioja en la que se prohibían. Se pidió permiso para ver si se reconsideraba la situación y nos dijeron que no. En ese momento hubo que cambiar parte de la programación y hasta ese momento no se pudo mandar el programa.
Posteriormente, ha habido un problema con la imprenta que ha sido poco eficiente a la hora de hacer las correcciones y por eso se ha retrasado. De todas formas, hace quince días se presentó el programa en formato online y la gente ya lo tiene en su móvil desde hace días que es donde ahora todo el mundo mira las cosas.
