Son sin duda el alma y el corazón de las fiestas calagurritanas. Después de tres años esperando a que llegasen los festejos de verano, las peñas de la ciudad ya tienen todo listo para disfrutar y hacer disfrutar a calagurritanos y visitantes de todos y cada uno de los actos que han preparado en sus programas para siete días llenos de intensidad.
No ha sido fácil. Ha costado engrasar de nuevo la maquinaria que sustenta a estos colectivos que hacen de los festejos calagurritanos una muestra de que el trabajo en equipo es primordial para poder sacar adelante una cantidad de actos inagotable para todas las edades. “Estamos desbordados por la afluencia de público estos días a recoger las entradas para los actos”, apunta Javier Fuentes, presidente de la Calagurritana. No había mas que pasarse por la fila de la Philips el viernes pasado para comprobarlo. Nadie quería quedarse sin poder acudir a alguno de los actos organizados.
Después de dos años sin organizar unas fiestas, hubo que volver a coger la rutina de reuniones y preparativos. “Son muchas las cosas que hay que organizar; algunas se ven mucho pero otras no se ven tanto y hay que hacerlas”, dice Cristina Escribano desde la peña El Hambre.
Y así, con unas ganas inmensas, empezaron hace meses a poner el piloto automático en modo fiestas. “Este año ha sido más complicado el tema de los permisos para algunas cosas, pero al final están todos y los actos se van a poder realizar”, comenta Javi Calvano, de la peña El Sol. No ha sido el único problema con el que se han encontrado. “Los precios de los espectáculos en algunos casos se han duplicado con respecto a años anteriores, nosotros teníamos previsto un concierto y lo tuvimos que dejar porque era inviable económicamente”, señala Eduardo Toledo de la peña Philips.
A pesar de todo, ahí siguen, dándolo todo para que las fiestas calagurritanas sean inolvidables. “Estoy seguro de que con un programa de cualquiera de las peñas de Calahorra en cualquier otro municipio se hacen todas las fiestas”, sostiene Oscar Antoñanzas, de la peña Riojana. “Es que cualquiera puede pasar todo un día en la calle yendo de acto en acto de las peñas de la ciudad”, ratifica David Arenzana, de La Moza.
Los pillamos a pocas horas de que estalle el chupinazo. Están emocionados y sus teléfonos echan chispas. “Siempre hay cosas que se quedan para último momento”, comenta uno de ellos que sale pitando a limpiar el tractor que tirará de la carroza. Preparar el zurracapote, comprar más platos, ultimar la primera degustación de la semana, volver a hablar con fulanito que es el que se encarga de ese acto. “La gente está con muchas ganas, nos lo transmiten cada vez que nos ven, van a ser unas fiestas espectaculares”, comentan. Si el tiempo lo permite. “Estoy temblando con las previsiones del tiempo para mañana, a ver si la tormenta se queda un poco más allá”, dice otro mirando el móvil.
Inmensamente ilusionados con sus actos siempre hay alguno que destacar. “Nosotros tenemos los Moros y Cristianos, que estamos seguros de que van a gustar mucho”, dice Fuentes, que recuerda que la Feria de Artesanía habitual el fin de semana anterior a las fiestas se celebrará esta vez a finales de septiembre.
En la Philips su acto estrella está relacionado con el mundo del vino. “Hemos preparado una carrera de barricas, estamos seguros de que va a ser un bombazo, el que quiera que busque alguna de las que hay por internet, y que vengan luego a vernos”, dice Toledo. En la peña El Hambre han apostado por los más pequeños con la llegada de los Titiriteros de Binéfar y en la peña El Sol tiran de tradición con el Festival del Sarmiento que de nuevo mostrará a los mejores asadores de caretas. En La Riojana, además, han preparado infinidad de actividades entre las que destacan sus concursos gastronómicos y La Moza también mira hacia el buen yantar con su ‘Foodtrucks Moza Fest’.
Si con tanta actividad no saben dónde acudir… no lo duden, miren sus programas seguro que hay un acto que le encaja a la perfección a lo largo de estos días.
