Ante las altas temperaturas y la falta de precipitaciones desde la primavera, son muchas las comunidades autónomas que ya han tenido que tomar medidas para que el agua que queda en los embalses y pantanos dure hasta que caigan las próximas lluvias. De momento, La Rioja se salva de este tipo de restricciones y según explican desde la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica, aunque “la sequía es real porque la pluviometría de los últimos dos meses ha sido raquítica, La Rioja no está teniendo problemas, al menos en cuanto a lo que se refiere a agua de boca”.
En la vecina Navarra las restricciones ya han llegado. Lo que en un principio fueron recomendaciones ya se han convertido en prohibiciones y en varias zonas de la Comunidad Foral algunos consistorios han limitado o incluso vetado las limpiezas de los coches con agua de la red pública, la renovación de aguas en piscinas privadas o la limpieza con baldeo de plazas, terrazas y aceras. Además se rueda regar las huertas con moderación y no malgastar agua regando jardines.
En Cataluña, la Generalitat ha limitado en 150 municipios catalanes el consumo del agua a 200 litros por persona al día, una cantidad suficiente para el uso doméstico, porque se estima que una persona gasta de media 130 litros al día. Por ello, las restricciones afectan principalmente a los usos industriales, agrícolas y lúdicos.
Algunas comunidades están incluso peor. En Extremadura, los vecinos de algunos municipios se están viendo obligados a acudir con garrafas a los camiones cisterna facilitados por el ayuntamiento simplemente para poder beber y cocinar. En provincias cercanas como Álava cerca de 9.000 vecinos padecen algún tipo de limitación por la escasez de agua.
Mientras, La Rioja aguanta. Los pantanos están al 60 por ciento de capacidad en el peor de los casos y la Confederación Hidrográfica del Ebro no ha marcado ningún aviso ni restricción para La Rioja, tal y como aparece en su web con datos en tiempo real.
En principio, los sistemas de abastecimiento municipales funcionan bien, más allá de que alguno pueda decidir adoptar medidas de restringir el riego de jardines o de baldeos de limpieza, y los cinco sistemas supramunicipales que gestiona el Consorcio de Aguas y residuos funcionan con total normalidad.
Además, tal y como confirman desde Agricultura, de momento tampoco será necesario ningún tipo de restricción en el mundo agrícola, aunque aconsejan un uso responsable del agua en este y en el resto de los ámbitos.
Los deberes hechos
Los trabajos de planificación realizados durante años son, especialmente, los que están consiguiendo que no haya problemas en La Rioja. Así lo ha explicado en declaraciones a EFE uno de los responsables del servicio de Obras Hidráulicas de La Rioja, Alfredo Laguna, que subraya la buena situación de la comunidad riojana gracias, también, a los trabajos de planificación realizados durante años.
De hecho, esas obras han posibilitado que este mismo verano, a pesar de la falta de lluvia, hayan sido muy pocas las necesidades de llevar agua a municipios pequeños que hace años se quedaban sin suministro en este tipo de situaciones, coincidiendo, además, con la llegada de muchos “veraneantes” a esos municipios.
“Estamos en un año hidrológico seco, eso no se puede negar, pero venimos de uno anterior relativamente húmedo y eso nos beneficia porque, en cierto modo, una cosa se compensa con la otra”, detalla Laguna, que reconoce que “tampoco hay que echar las campanas al vuelo” ya que si no lloviera para mediados de septiembre “podríamos hablar de otra situación”.
Esos deberes de los que habla el técnico son especialmente las obras en los sistemas supramunicipales de abastecimiento y también en diferentes municipios “con lo que se ha corregido lo que pasaba antes cuando había situaciones como las de ahora”.Así, recuerda, entre 2011 y 2012 La Rioja sufrió otra sequía en la que hubo que adoptar medidas y, sobre todo, suministrar agua en camiones a diferentes municipios “y este año solo hemos tenido que llevar 40 metros cúbicos, la mitad a Ventas Blancas por una avería”, detalla.
Uno de los municipios que sufría ese problema de forma habitual era Cirueña pero ya ha entrado en funcionamiento el ramal de 7 kilómetros construido por el Consorcio de Aguas y Residuos de La Rioja desde Santo Domingo de la Calzada, que garantiza un caudal abundante, especialmente los meses de verano por aumento de población.
Así, tras una inversión de un millón de euros se ha mejorado la situación de la antigua Mancomunidad de La Esperanza, compuesta por los municipios de Manzanares, Gallinero, Villar de Torre, Villarejo, Cañas, Canillas y Cordovín.
Con ese problema ya encauzado, también se ha logrado evitar problemas de escasez en la cuenca del Cidacos, un río que tiene garantizado su caudal ecológico gracias a que la presa de Enciso ya realiza pequeños desembalses para ello, a pesar de estar en fase de pruebas todavía.
Ese es precisamente, otro de los hitos que marcará la situación hidrológica de La Rioja en el futuro, desde mediados de 2023, cuando ya estará operativo el embalse de Enciso y la comunidad riojana podrá sumar más de 40 hectómetros cúbicos de agua con los que mantener su actual situación envidiable frente a la que ya viven otras regiones.