Ante las altas temperaturas y la falta de precipitaciones desde la primavera, son muchas las comunidades autónomas que ya han tenido que tomar medidas para que el agua que queda en los embalses y pantanos dure hasta que caigan las próximas lluvias. De momento, La Rioja se salva de este tipo de restricciones y según explican desde la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica, aunque “la sequía es real porque la pluviometría de los últimos dos meses ha sido raquítica, La Rioja no está teniendo problemas, al menos en cuanto a lo que se refiere a agua de boca”.