Salud

El programa de detección precoz de cáncer de cérvix llega a las zonas de Nájera y de Navarrete

En mayo comenzó el nuevo programa de detección precoz de cáncer de cérvix en La Rioja en los centros de salud de Cascajos, La Guindalera y Alberite y, desde esta semana, se amplía a las zonas de salud de Nájera y de Navarrete. Se prevé alcanzar en los próximos meses la totalidad de zonas básicas de salud de La Rioja, y llegar a las 90.000 riojanas, de entre 25 y 65 años, población diana del programa.

La Rioja ha reorientado el programa de detección precoz de cáncer de cérvix (cuello de útero) y son ahora las profesionales de Atención Primaria, concretamente las matronas, las que lideran el nuevo cribado de cérvix junto a los profesionales de los servicios de Ginecología y de Anatomía Patológica del Hospital.

La reorientación del programa sigue la recomendación del Ministerio de Sanidad que incorpora la prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) como prueba primaria de cribado en una parte de la población diana en el Sistema Nacional de Salud (35 a 65 años).

Por otra parte, en 2020, la OMS publicó una estrategia global cuyo objeto es la eliminación del cáncer de cérvix como un problema de salud pública. Destaca la propuesta de objetivo 90-79-90: 90 por ciento de niñas vacunadas antes de los 15 años; 70 por ciento de las mujeres dentro de un programa de cribado que incluye un test de alto rendimiento, realizado, al menos a la edad de 35 y 45 años, y 90 por ciento de las mujeres diagnosticadas de lesiones premalignas o cáncer cervical recibe tratamiento.

El Sistema Público de Salud de La Rioja modificó, a finales de 2018, la prueba en el sistema de cribado poblacional de cáncer de cuello de útero (cérvix), iniciado en 2005, sustituyendo la citología tradicional por otra en medio líquido, con menos falsos negativos, que permite detectar el virus del papiloma humano sin necesidad de repetir la toma dos veces y mejorando así el diagnóstico.

Participación en el cribado

Respecto a la participación en el nuevo programa de detección precoz, se inicia con el tramo etario de entre 25 y 35 años. Las mujeres reciben un SMS al móvil facilitándoles información para conseguir cita con la consulta de la matrona de su centro de salud.

La prueba de detección precoz de cáncer de cérvix es sencilla e indolora. La matrona recoge la muestra del cuello de útero y la envía al laboratorio para su estudio. Una vez allí, se procede a su preparación para una citología (en mujeres con edad comprendida entre los 25 y 34 años) o para determinación del VPH (mujeres de entre 35 y 65 años).

La mujer recibe un SMS cuando el resultado de la prueba es normal y una llamada de la matrona si se detectan anomalías.

A aquellas mujeres a las que se detecten células anómalas o presencia del VPH serán remitidas por la matrona del centro de salud al Servicio de Ginecología para completar el estudio.

Respecto al intervalo entre pruebas normales: a las mujeres de entre 25 a 34 años se les realizará citología cada 3 años, mientras que a las mujeres de entre 35 a 65 años, determinación VPH cada 5 años.

La información estará disponible en la carpeta del ciudadano y en la APP de Riojasalud. La campaña ha sido financiada por la Unión Europea- NextGenerationEU.

Incidencia

Respecto a la incidencia de este tumor en La Rioja, en 2020 se diagnosticaron 15 nuevos casos.

El cáncer de cérvix o de cuello de útero se inicia cuando las células sanas de su superficie comienzan a dividirse de manera descontrolada. Estos cambios condicionan alteraciones celulares, llamadas displasias, no necesariamente cancerosas, pero que requieren información y seguimiento. Estos son los primeros pasos que pueden dar lugar a la formación de un cáncer y que se pueden diagnosticar y tratar en estadio precanceroso.

El factor de riesgo más importante del cáncer de cuello uterino es la infección por el virus del papiloma humano (VPH, o HPV, por sus siglas en inglés). Existen más de 100 tipos de VPH, unos de alto riesgo (causantes del cáncer de cérvix) y otros de bajo riesgo, que pueden ocasionar un tipo de lesión llamado condiloma, que se conoce más comúnmente como verruga.

La infección por el virus de papiloma suele ser transitoria, pero en torno a un 10-15 por ciento esta infección se hace persistente y es cuando puede ocasionar cambios en las células del cuello de útero y lesiones premalignas que, con el tiempo, pueden evolucionar a cáncer de cérvix.

Los factores de riesgo para esta persistencia son:

– Edad temprana en el inicio de relaciones sexuales
– Conductas de riesgo
– Inmunosupresión (trasplantes, enfermedades autoinmunes, VIH…)
– Antecedentes de coinfección por enfermedades de transmisión sexual
– Uso de la píldora anticonceptiva, porque suele llevar asociado no usar métodos barrera
– Falta de adherencia al programa de cribado poblacional
– Tabaquismo: se duplica el riesgo frente a las no fumadoras
– Multiparidad y primer embarazo a edad temprana
– Tipo de infección por HPV: depende del riesgo del subtipo

El cáncer de cérvix se puede prevenir

La infección por el virus del papiloma humano se adquiere fundamentalmente a través de las relaciones sexuales, por ello el uso de preservativo es una medida general de prevención primaria.

La vacunación contra el virus del papiloma humano se considera la mejor estrategia como medida de prevención primaria para reducir el riesgo de desarrollar cáncer, tanto en niñas antes de iniciar las relaciones sexuales (incluida en campaña de vacunación), como en mujeres adultas.

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