La Rioja

Calvo: “El San Pedro funciona, a pesar del inusual aumento de pacientes”

Rebeca Palacios

El Hospital San Pedro de Logroño y Urgencias “están funcionando”, por lo que no se puede hablar de colapso, a pesar de que hay una mayor afluencia de pacientes en las últimas semanas, “inusual en esta época del año”, ha afirmado a Efe el director médico del Servicio Riojano de Salud (Seris), Adolfo Calvo.

Por ello, se han abierto dos plantas para hospitalización que no se suelen usar en verano, “los tiempos de espera han sido mínimos y se han producido en condiciones adecuadas para los pacientes”, en alusión a la denuncia realizada ayer por CISF de esperas de hasta 6 horas en ambulancias aparcadas fuera de Urgencias por la falta de camas.

También ha hecho un llamamiento a la responsabilidad individual para realizar un adecuado uso de los recursos sanitarios y ha agradecido a los profesionales sanitarios su “esfuerzo” durante la época vacacional, en la que se mantiene el ritmo de funcionamiento del hospital.

Ha reconocido que las elevadas temperaturas de las últimas semanas han causado descompensaciones en el estado de pacientes crónicos y personas vulnerables, que han provocado un aumento de la afluencia de enfermos a las consultas sanitarias.

Para atender este incremento de pacientes se ha ampliado el número de camas disponibles en el Hospital San Pedro, que son atendidas por el “personal adecuado”, ha subrayado. Dada la “anormalidad” de la situación sanitaria de este verano, se han abierto dos plantas con un total de 40 camas, que suelen cerrarse en la época estival debido al descenso de la actividad asistencial, ha precisado.

Los episodios de calor intenso pueden provocar trastornos pasajeros, como insolaciones o agotamiento en la población general, pero, además, afectan a personas mayores y pacientes con patologías cardíacas, renales y vasculares.

Por ello, es frecuente que las altas temperaturas provoquen descompensaciones entre los pacientes con enfermedades previas, como los crónicos, ha resaltado. Calvo ha explicado que “el metabolismo necesita una temperatura determinada para desarrollar sus funciones”, de modo que “cualquier aumento o disminución de la temperatura externa afecta a esta actividad y obliga al cuerpo humano a trabajar a otro ritmo”.

Así, los pacientes que ya están “obligados a forzar un poco más la máquina porque padecen alguna insuficiencia se descompensan aún más con el aumento de las temperaturas”, ha precisado. Una persona sin patologías “enfría su cuerpo” con técnicas como el aumento de la sudoración y el enfriamiento de la sangre, pero, según este médico, un enfermo crónico vascular lo tiene más complicado.

Además, hay medicaciones, como los diuréticos, que provocan una mayor capacidad para orinar, que interfieren en el proceso de sudoración y provocan que ese paciente se deshidrate con mayor facilidad. “Cuando el riñón empieza a fallar por falta de líquidos, se produce una insuficiencia renal, que es el motivo por el que acuden muchos pacientes mayores al médico”, ha relatado.

Aparte de los pacientes crónicos, ha detallado que “son más vulnerables” las personas con edades extremas, como ancianos y niños pequeños; o aquellos que tomen medicaciones con efectos secundarios relacionados con la sudoración, como fármacos para evitar nauseas y vómitos, antipsicóticos, antidepresivos y otros para tratar el asma.

Ante posibles nuevos episodios de altas temperaturas, ha recordado las recomendaciones básicas de ingerir líquidos con regularidad, evitar las horas de más calor, cubrirse la cabeza y vestir ropa fresca, entre otras.

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