Salud

Análisis genético no invasivo del embrión en tratamientos de fertilidad

Uno de los problemas más grandes a los que se enfrenta el mundo de la reproducción es la selección del mejor embrión de un tratamiento, sin emplear técnicas agresivas que puedan perjudicarlo, para tener la mayor información sobre el mismo, de forma que se pueda apostar que la transferencia de ese embrión será exitosa y dará lugar a un embarazo.

Una de las pruebas que se pueden realizar hoy en día a los embriones es el análisis de su material genético.
Hasta ahora, el análisis genético de los embriones en los tratamientos de reproducción asistida se realizaba mediante la técnica del Diagnóstico Genético Preimplantacional o DGP, que consiste en la extracción y análisis de unas pocas células de cada embrión para conocer así su dotación cromosómica y saber si presentan determinadas alteraciones genéticas. En función de los resultados, se eligen para transferir aquellos embriones “correctos” genéticamente.

Dado que para poder realizar este análisis es necesaria la manipulación del embrión, el DPG es, por lo tanto, una prueba invasiva. La biopsia de los embriones es imprescindible para obtener las células para analizar.

Recientemente se ha desarrollado un nuevo abordaje no invasivo para el estudio genético de los embriones. Esta nueva técnica se basa en que los embriones, durante su desarrollo in vitro, van liberando fragmentos de ADN al medio de cultivo, especialmente a partir del cuarto día de su desarrollo (estadio de mórula). De esta forma, mediante el análisis del ADN libre embrionario que se puede obtener del medio de cultivo donde los embriones se han desarrollado, podremos ser capaces de estudiar la genética de los mismos.

En este caso, es suficiente con recuperar el medio de cultivo donde se encuentra el embrión en el laboratorio, sin dañar el embrión (no invasivo).

A pesar de que la fiabilidad de los resultados de esta nueva técnica aún no es 100 % comparable a los obtenidos mediante la biopsia y el DPG, los últimos estudios muestran una elevada concordancia entre los resultados de ambas técnicas (un 80 por ciento de concordancia en los resultados).

Por ello, ya se utiliza en las clínicas este nuevo análisis no invasivo como una forma para priorizar la transferencia de aquellos embriones con una mayor probabilidad de tener una dotación genética adecuada. Esto que supone un avance muy importante en la selección de los embriones a transferir, que junto con la selección tradicional basada en la morfología y la cinética, permitirían reducir el número de ciclos necesarios para lograr un embarazo.

Cualquier duda que pueda surgir sobre esta nueva técnica o sobre cualquier otra técnica de reproducción estaremos encantados de solucionarla, bien mediante nuestra dirección de email ([email protected]) o mediante los formularios de contacto que se pueden encontrar en nuestra página web.

María Pombar Gómez
Embrióloga

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