La Rioja

Sumisión química: la amenaza de las noches riojanas

Es sábado por la noche y decides salir con tus amigas a tomar unas copas por el centro de tu ciudad, Logroño. La noche transcurre tranquila, una copa tras otra, de bar en bar, disfrutando de la música y de la compañía.

Algo empieza a torcerse cuando notas que una de tus amigas se encuentra algo más mareada de lo normal y un desconocido intenta agredir sexualmente, robar, extorsionar o incluso maltratarla. A la mañana siguiente, la joven confiesa que no recuerda absolutamente nada. Este episodio es el que muchas mujeres viven una noche cualquiera y que amenaza a los más jóvenes. Ahora ya tiene nombre: sumisión química.

La sumisión química hace referencia al uso de sustancias psicotrópicas contra una persona, con el objetivo de rebajar sus defensas y capacidad de reacción y decisión. Así, la víctima cae en un estado de vulnerabilidad total que el agresor aprovecha para cometer delitos contra ella, como agresiones sexuales, robos, extorsiones o maltratos.

Muchas de estas sumisiones se producen durante las noches de fiesta, mediante la ingesta de alcohol. Pero la alarma ha vuelto a encenderse tras las fiestas navarras de San Fermín. Hasta cuatro mujeres acudieron durante la noche del sábado pasado a los servicios de emergencia indicando haber sufrido pinchazos en el brazo que, más tarde, les produjeron fuertes mareos hasta casi caer en un estado de inconsciencia.

Según datos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, una de cada tres agresiones sexuales cometidas en los últimos cinco años se ha producido con la víctima bajo un estado de sumisión química. Inseguridad, preocupación e impotencia. Por eso, Gobierno riojano y hostelería se han unido para lanzar una campaña contra la sumisión química.

“La hostelería y el ocio nocturno estamos volcados en la campaña contra la sumisión química; queremos ayudar a frenarlo”, explica Víctor Riera, representante de la Asociación de Discotecas, Salas de Fiestas y Ocio Nocturno, que ha participado este miércoles en la presentación junto a Jorge González, director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de La Rioja; Pablo Rubio, consejero de Servicios Sociales del Gobierno de La Rioja; Jorge Meder, Director General de Justicia, y Paco Martínez Bergés, presidente de la Asociación de Hostelería Riojana.

La campaña comprenderá una formación que estará disponible desde este miércoles para todos los hosteleros y empleados del ocio nocturno que deseen participar y colaborar con la misma. En ella se instruirá a los participantes sobre cómo ayudar a las víctimas y qué recursos activar si se cree estar ante un posible caso de sumisión química.

“Debemos entender el ocio nocturno de manera que permita disfrutar a todo el mundo sin que suponga una amenaza o motivo de preocupación”, ha señalado Rubio, insistiendo en que nadie debe cruzar el límite de la libertad de las personas y, en especial, la libertad sexual de las mujeres.

“La alarma social se ha desatado a raíz del aumento de los casos de agresiones sexuales y robos tras sumisión química en los últimos años”, explicaba Meder. Además, uno de los mayores problemas que ocurren tras la intoxicación es la dificultad por parte de los servicios sanitarios para detectar estas sustancias en el cuerpo de la víctima.

Así, los hosteleros riojanos han querido recordar su colaboración con la ciudadanía, ya que se consideran “muy conscientes del grave y real problema que existe” y aseguran que se darán instrucciones a todos sus empleados para ayudar a combatir la sumisión química.

Riera, además, ha informado sobre una nueva campaña de prevención que está desarrollando la Asociación de Hostelería Riojana junto a la Asociación de Ocio Nocturno en la que se pondrá a disposición de los clientes tapas que cubran con total seguridad las consumiciones de los clientes proporcionándoles así una “noche más segura y tranquila”.

A pesar de la tasa tan elevada de delitos de sumisión química (33 por ciento de las agresiones sexuales), el consejero ha querido recordar que La Rioja sigue siendo la tercera comunidad más segura de España. Hasta el pasado mes de mayo, se han investigado un total de 27 posibles casos de sumisión química.

“Necesitamos también la colaboración ciudadana, evitando sobre todo los botellones que son lugares menos seguros. Tenemos que combatir este problema que afecta principalmente a las mujeres más jóvenes”, han concluido los portavoces de hostelería y ocio nocturno.

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