Me comentan mis amigos de Nuevecuatrouno que podía ser su asesor artístico. Y yo, que ya me conocen ustedes, enseguida “me vengo arriba como los pablorromeros”, les propongo hacer unos comentarios sobre lo que se “mueva” artísticamente por Logroño.
La idea es hacer comentarios artísticos de los principales eventos culturales y artísticos de nuestra ciudad, aunque también, si la ocasión lo merece, de La Rioja. Centrándonos mayoritariamente en pintura, escultura, diseño o fotografía. Aunque también podrían hacerse de otras disciplinas artísticas.
No voy a hacer “críticas artísticas” sino comentarios sobre dichas exposiciones. Es probable que esté capacitado para hacer dichas criticas, después de haber estudiado 5 años de Historia del Arte y un curso (ahora le llaman máster) de Arte Contemporáneo Español e Internacional en 1990, cuyos ponentes fueron tres pesos pesados en materia cultural de aquella época, a saber: Simón Marchán Fiz, Francisco Calvo Serraller y Fernando Huici March. Pero soy incapaz de criticar a un colega.
Creo que todas las personas que hacemos una actividad artística nos merecemos mucho respeto, unos tienen más calidad que otros, por supuesto, igual que los médicos o los toreros, por poner un ejemplo. Pero me consta que casi todos ponen el alma en esas creaciones. Y sería muy injusto que yo desde esta tribuna que me ofrece Nuevecuatrouno, la usara para repartir hachazos o pontificar sobre la materia como el Santo Padre, que no puede equivocarse según el dogma de la infalibilidad.
En esta primera entrega, voy a hablar de mí. No es por presunción, es para que sepan quien soy, aunque muchos de ustedes ya me conocen. Llevo dando “guerra” por esta ciudad desde hace más de 40 años. Pero no se preocupen, no les voy a aburrir con media docena de páginas curriculares, ya que mi primera exposición fue en el año 1979, pero doce años antes me concedieron el primer premio en el campeonato provincial de dibujo en unos concursos organizados por el Frente de Juventudes. Soy graduado en Artes Aplicadas y Maestro Industrial Delineante.
Además, me pasé dos años copiando estatuas de escayola por los pasillos de la Escuela de Arte de Logroño, para aprender a dibujar decentemente. He desarrollado numerosas técnicas artísticas tales como: el dibujo técnico, la decoración, la fotografía, la publicidad y las artes gráficas, además de la pintura, la escultura y el grabado.
En mi juventud fui asiduo a las tertulias con los pintores Vicente Gallego, Alfredo Graña, Emilio García Moreda y el historiador Gabriel Moya, muchas de ellas celebradas en la antigua Sala de Exposiciones de la Gran Vía o en la tienda de Vicente Gallego y alguna que otra en un bar de la calle San Juan.
La Reina de España tiene un cuadro mío que le regalé cuando visitaba el mural que tengo en el Salón de los Reyes del Monasterio de San Millán de la Cogolla. Creo que he conseguido crear un estilo propio fácilmente reconocible y reconocido. Dibujos muchas veces de Logroño, en tonos tostados, sobre papeles antiguos, dando idea de una ciudad apacible y con sabor histórico, otras veces pasándome al lado opuesto con obras muy coloristas.
Para ello utilizo diferentes técnicas como la plumilla, la aguada o la acuarela. Mis últimas obras pudieran decirse que están desarrolladas con la técnica del “urban skekchers” o “dibujos urbanos”, una mezcla de acuarela y plumilla, aunque no están pintadas del natural, sino a partir de bocetos. Técnica con la que está desarrollada mi última exposición “El Camino de Santiago en Logroño”, organizada con el Instituto de Estudios Riojanos y con el patrocinio del Consejo Jacobeo perteneciente al Ministerio de Cultura y que puede verse en el Paseo del Espolón hasta el próximo domingo 17 de julio.
Además, se ha editado un libro con los motivos de dicha exposición que será repartido por todas las entidades pertenecientes al Camino Jacobeo tanto nacionales como extranjeras. Para terminar, mi obra artística aparece referenciada en el tomo XIV del Diccionario de Pintores y Escultores Españoles del siglo XX.
