Todo comenzó en el colegio Santa Teresa de Calahorra estudiando las características de la primavera. Los niños de primero de Infantil, los más chiquitines del cole, empezaron a conocer las verduras y frutas típicas de la estación, también las flores… y luego llegó el momento de los insectos. De ese aprendizaje habitual llegó una iniciativa que ha contribuido a mejorar la ciudad.
“Dentro de las actividades que hacemos en el colegio, el diseño es el aprendizaje de los niños y la contribución a mejorar nuestro entorno más cercano”, explica Diana Bartolomé, profesora junto a Miriam Garrido de los pequeños del centro.
De ahí nació la idea de confeccionar unos hoteles de insectos: “Pedimos a las familias que nos echasen una mano y a los dos días ya estábamos manos a la obra”. Las familias colaboraron con la creación de los hoteles y los materiales que hacían falta para confeccionarlos: piñas, cartones, cañas, ramas… Las últimas semanas de clase las dedicaron poco a poco a irlos construyendo con los chavales.
“Al final terminamos haciendo nueve hoteles de insectos y en una de las clases decidimos que tenían que servir para mejorar nuestro entorno, por eso nos pusimos en contacto con el Ayuntamiento para ver qué podíamos hacer con ellos”, cuenta la profesora. Uno de ellos se quedó en uno de los patios interiores del colegio y el resto ¿dónde se podían colocar?
Del Ayuntamiento llegó la idea: “Dos se han colocado en la Era Alta y los otros seis en el parque del Cidacos”. Unos días más tarde realizaron una excursión con los pequeños para ver que su iniciativa estaba ya en funcionamiento y que los insectos empezaban a vivir en los hoteles que ellos habían creado.
“Un hotel de insectos es una estructura con diferentes ‘habitaciones’ y diferentes materiales que hacen que cada insecto se ‘hospede’ en cada una de ellas”, cuenta Diana. Allí se pueden encontrar estos días mariquitas, crisopas, avispas, abejas…”, cuenta. Los beneficios para la biodiversidad son inmensos. “Contribuyen al equilibrio ecológico, al control de plagas… todo son beneficios”, asegura, mientras destaca que los 37 niños de primero de Infantil han trabajado para que la ciudad pueda verse beneficiada por su iniciativa.
Los hoteles, además, llevan un código QR a través del cual se informa de qué es un hotel de insectos, qué beneficios tiene, qué insectos se alojan en ellos y las diferentes ubicaciones en las que pueden encontrarse en Calahorra.
