Quel abrirá el próximo 23 de julio su barrio de bodegas para que vecinos y visitantes disfruten de un entorno inmejorable con una experiencia enoturística que se repite en una tercera edición después de dos años de parón por la pandemia.
A partir de la aparición de las bodegas cooperativas en las primera décadas del siglo XX, las bodegas-cuevas familiares de la localidad se fueron transformando. Dejaron de cumplir su función al llevar las uvas a vinificar a las nuevas cooperativas. Por esta razón, las bodegas se conviertieron en espacios sociales para el ocio y la gastronomía. Terminaron siendo merenderos, aunque muchas de ellas conserven aún sus lagos y calados.
A pesar de la pérdida de la función de la clásica bodega familiar, estos espacios albergan un cierto carácter mágico. Su escasa iluminación, el silencio subterráneo, los olores y la sensación de humedad que despide el entorno crean una situación de encanto que siempre atrae a los visitantes.
El emplazamiento protagonista, el Barrio de Bodegas de Quel, todavía sigue en pie con sus cerca de trescientas bodegas, aunque no todas guardan un perfecto estado de conservación. Por ello, desde hace tiempo, la Asociación de Amigos del Barrio (110 socios) trabaja con esmero y afán por revitalizar uno de los patrimonios históricos de la localidad.
“Este año la experiencia se traslada del domingo al sábado porque así nos lo pidieron los vecinos”, explica Pilar Pérez Losantos, concejal del municipio. Así, a partir de las nueve de la mañana y hasta las doce del mediodía habrá visitas guiadas por los calados. Unas visitas que aún no han abierto el plazo para inscribirse, pero que serán gratuitas y se podrán formalizar las reservas a través del teléfono del ayuntamiento. “Ya hay gente llamándonos para preguntar. Será en unos días cuando avisaremos a partir de qué día pueden inscribirse”, comenta la edil.
A partir de las diez de la mañana, la alameda del río Cidacos se convertirá en un mercado con productos locales que estará abierto hasta las tres de la tarde y donde se podrán adquirir todo tipo de productos. Mientras, varias bodegas ofrecerán vinos y pinchos que se podrán adquirir a través de tickets que incluirán una copa de vino del evento y un portacopas.
No faltarán talleres para que los más pequeños estén entretenidos mientras sus padres disfrutas de las visitas y la ruta de pinchos y vinos. Para los que quieran quedarse a comer en el municipio, además de los establecimientos locales, el ayuntamiento va a poner dos food trucks y una zona preparada para poder comer ya que la fiesta continuará con la presencia de una orquesta que de seis a ocho de la tarde alargará la estancia de las más de 2.000 personas que se esperan al evento.
“Lo mejor de todo, además de enseñar uno de los barrios de bodegas más bonitos de la zona, es la colaboración de todo el pueblo a través de las asociaciones de la localidad que participan activamente del evento”, explica la concejal, encargada de coordinar la actividad que vuelve con ganas a Quel.
