La Rioja

Las garrapatas de Logroño, asociadas a los perros: “Hay que responsabilizarnos de la desparasitación de las mascotas”

El pasado mes de mayo, el Ayuntamiento de Logroño tuvo que llevar a cabo una limpieza especial en el parque de Santa Juliana tras detectar garrapatas en el entorno. Y es que, el número de estos parásitos está aumentando por el calor intenso y el cambio climático, y se están expandiendo a zonas en las que antes no existían.

Junto con los mosquitos, las garrapatas son los transmisores de enfermedades infecciosas más importantes en el mundo industrializado y necesitan sangre para alimentarse. “En los humanos es difícil que ocurran parasitaciones masivas, es decir, solo en pocas ocasiones se desarrollará una enfermedad tras haber sufrido una picadura de garrapata, sin embargo, pueden transmitirnos muchas enfermedades que si no se tratan, pueden tener un desenlace fatal o acabar siendo invalidantes”. Así lo explica Arantza Portillo, responsable del Laboratorio de Patógenos Especiales en el Centro de Rickettsiosis y Enfermedades Transmitidas por Artrópodos Vectores (CRETAV), ubicado en el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) y adscrito al Departamento de Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario San Pedro.

Especializada en el campo de las zoonosis, enfermedades que se pueden transmitir de los animales a los humanos y viceversa, Portillo destaca que gran parte del éxito frente a las futuras amenazas en relación con los artrópodos y sus enfermedades asociadas va a depender de las estrategias de control y vigilancia. “Debemos ser capaces de anticiparnos a los riesgos. Conocer qué microbios portan los artrópodos a los que estamos expuestos nos ayudará a realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento certero en caso de enfermedad”.

La pandemia ha puesto de manifiesto de forma generalizada nuestra vulnerabilidad ante la aparición de nuevos virus y bacterias. Preocupados además por el aumento de garrapatas en todo el mundo y el número de hospitalizaciones por la enfermedad de Lyme, que se ha multiplicado por tres en España en los últimos 15 años, “solicitamos un proyecto de investigación multicéntrico para evaluar el riesgo de sufrir una enfermedad transmitida por garrapatas en ciudades de toda España. La propuesta ha sido recientemente financiada por el Instituto de Salud Carlos III” y el proyecto, en el que participan más de 40 investigadores y que coordina Portillo desde el CIBIR, ha echado a andar hace un par de meses.

Arantza explica que gracias a esta iniciativa se realizan muestreos de garrapatas en parques de varias ciudades para detectar la posible presencia de las mismas y estudiar sus bacterias y virus. “Con este proyecto la vigilancia de garrapatas en la ciudad de Logroño está garantizada. Además, estamos en comunicación directa con técnicos del Ayuntamiento que realizan controles en los espacios verdes de la ciudad para actuar de manera inmediata ante cualquier brote”.

Una vez estudiadas las garrapatas aparecidas en el Parque Santa Juliana, los investigadores han concluido que eran del género Rhipicephalus, al que pertenecen las garrapatas que generalmente se asocian con perros. “La importancia como ciudadanos de responsabilizarnos de la desparasitación de nuestras mascotas es fundamental para evitar problemas como éste. Lo más probable es que el foco haya surgido por algún animal parasitado”.

Asimismo, Portillo señala que también se deberían tomar medidas para evitar que haya poblaciones desmesuradas de jabalíes, conejos o ratas muy próximas a núcleos urbanos. “La falta de equilibrio entre especies puede desencadenar graves problemas de salud. Hay otros factores, como el cambio climático, la contaminación, la globalización y los viajes o cambios en el uso del suelo, entre otros, que también pueden influir en el aumento y expansión de los artrópodos”.

Cómo actuar

La investigadora recomienda evitar las picaduras y para ello aconseja utilizar, “si salimos al campo”, ropa de manga larga y pantalón largo, ajustando los calcetines por fuera de los pantalones y cubriéndose la cabeza con una gorra o sombrero. “Algunas garrapatas pueden ser de tamaño muy pequeño, por lo que es conveniente llevar ropa de color claro, que nos permite distinguirlas mejor. Al llegar a casa debemos revisarnos minuciosamente, puesto que en muchos casos la picadura de garrapata pasa desapercibida”.

Ante la picadura de garrapata, “debemos extraerla lo antes posible utilizando unas pinzas de punta roma y fina, sujetando con firmeza el cuerpo de la garrapata en la zona cercana a la piel y dando un tirón hacia fuera, en perpendicular. Otra posibilidad es acudir al médico para su extracción. Se recomienda conservar la garrapata durante al menos 3-4 semanas, porque puede ayudar al diagnóstico en caso de que aparezcan síntomas de enfermedad. En nuestro laboratorio (CRETAV-CIBIR), nos encargamos de identificarlas y analizar sus posibles patógenos si es pertinente”.

Junto con el doctor José Antonio Oteo, Portillo ha sido recientemente nombrada como una de las investigadoras más influyentes por las citaciones de sus artículos científicos en el ‘Ranking of researchers in Spain and Spaniards abroad’. Además, este laboratorio se ha convertido en un Centro de Referencia por su experiencia en aspectos clínicos, epidemiológicos y microbiológicos de las enfermedades rickettsiales y de protección ante posibles amenazas bioterroristas en el Sur de Europa.

Entre otros logros, gracias a sus investigaciones, han descrito nuevas especies de bacterias a las que han bautizado con nombres en honor a La Rioja (Rickettsia rioja, Rickettsia vini…), han descubierto nuevas enfermedades (Debonel) y han implicado ciertas bacterias como patógenos humanos por primera vez en el mundo o alertado de la circulación en España de virus que hasta el momento no se sabía que estaban presentes, como el virus de la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo.

Subir