La extensión en tiempo de la guerra en Ucrania, que se prolonga ya durante 85 días, ha hecho que se produzca un “parón” en el envío de productos por la solidaridad de los países occidentales y también ha motivado que la moral de los ciudadanos de este país esté en un nivel muy bajo.
Así lo ha afirmado Gregory Bilous, un ucraniano que ha llegado desde su país a La Rioja y Navarra para reclamar más ayuda, especialmente de empresas del sector agroalimentario, “porque allí falta de todo ya”.
Bilous ha ofrecido una conferencia de prensa junto a dos compatriotas que residen en Logroño, Natalia Shylhima y Oleh Matiushkov; y a una representante de la empresa riojana “Conservas J.J.”, Marta Muñoz, que colabora con ellos y que ha hecho un llamamiento a otras industrias para que envíen productos a Ucrania.
Tras el inicio de la guerra, los ucranianos que residen en Logroño se organizaron para disponer de un almacén al que llevar mercancías y así canalizaron la solidaridad de los ciudadanos riojanos. Los productos recogidos viajaban por carretera hasta la frontera de su país, donde un grupo de voluntarios, integrados en la denominada Asociación Lytavry, los introducía hasta diferentes ciudades ucranianas.
“Ahora las cosas están mucho peor que al principio, ya que hay mucha necesidad, falta hasta sal y solo entran en muchas zonas del país mercancías a través de canales de ayuda humanitaria”, ha relatado Bilous, quien pertenece a esa asociación y que ha pedido, sobre todo, “alimentos de larga duración, medicinas, comida para niños y productos de higiene”.
Además, ha relatado que toda la industria agroalimentaria de Ucrania “está parada o destruida” y ha explicado que “desde las regiones en las que la guerra está menos extendida se ha ayudado a las demás, con lo que ahora la escasez ya es para todos”.
“Hemos notado también que la llegada de productos por la solidaridad de la gente se ha parado algo porque el conflicto se alarga”, ha precisado, pero “lo que no para es la necesidad y todos los días llegan a nuestra asociación centenares de familias que no tienen nada, por lo que había en los almacenes se está terminando”.
Por ello, dirigen esta petición de ayuda en especial a empresas del sector agroalimentario, principalmente de La Rioja y Navarra, porque tienen más capacidad de aportar productos que los ciudadanos a nivel individual.
De hecho, cuando la industria riojana Conservas J.J. empezó a colaborar con ellos, además de aportar, sobre todo, productos preparados, lanzaron un llamamiento a otras entidades y algunas del sector de la alimentación y de los productos de higiene se han puesto en contacto con ellos, ha afirmado Muñoz.
Matiushkov ha extendido la petición de ayuda al sector del transporte para colaborar en el envío de productos a Ucrania o en aportar combustible, dado que en ese país “ya hay zonas en las que un litro de gasolina cuesta cuatro euros”.
