Firmas

Tinta y tinto: ‘Querida Raquel Romero’

Querida Raquel,

te escribo esta carta para darte la enhorabuena por tus más de dos años y medio como consejera del Gobierno de La Rioja. Parece que fue ayer cuando llegaste a la política riojana desde el ‘exilio’ berlinés. Qué ilusión creaste en todos esos votantes de izquierdas que veían cómo se despellejaban tus compañeros de Podemos (la directora general Sara Carreño puede recordarte las denuncias que intercambiaba con el partido por aquel entonces). ¿Impuesta a dedo por los adalides de la participación de la ciudadanía en las decisiones? ¿Y? Tú lo valías y lo vales.

Por suerte, todo aquello quedó atrás y las urnas dictaron sentencia para disfrutar cuatro años de lo votado. El verano de 2019 se nos atragantó un poco porque no terminaste de pillarle el aire a tu ahora amiga Concha Andreu. Leer en el Parlamento la fábula de ‘La zorra y el cabrón en el pozo’ quizás estuviera feo, pero las buenas amigas se acaban perdonando esas cosillas y hay amores que todo lo pueden. Sobre todo, los amores de conveniencia donde reinan las sonrisas y las mariposas en el estómago. No por la ilusión sino por el revuelto que te produce realmente en el intestino. Tanto en el delgado como en el grueso.

Fue un verano de lo más entretenido en el que demostraste tu capacidad negociadora. Hay quien piensa que pedías tres consejerías porque sólo querías colocar a tus amigos y a los amigos de tus amigos y a los amigos de los amigos de tus amigos. Incluso a los amigos de los amigos de los amigos de tus amigos. No se enteran esos malpensados de que todo formaba parte de una estrategia nunca antes vista en política por la que una diputada, tras romper la coalición que la había llevado al Parlamento, pretendía hacer claudicar al PSOE después de veinticuatro años sin tocar pelo y sumar quince diputados.

La aparición de los ‘hombres de negro’ llegados desde Castilla La Mancha fue otra jugada maestra para aumentar tu leyenda a más velocidad de la que ha subido el precio de la luz. Lástima que la realidad y la aritmética parlamentaria nos dejaran con una sola consejería. Vacía de iniciativas, pero llena de amigos. Ya que la capacidad de trabajo iba a ser nula, al menos os podíais tomar unas cervezas tranquilamente al terminar la jornada ‘laboral’.

Todo era felicidad. Una cuadrilla de adolescentes en un campamento de verano lejos de sus padres descubriendo que también pueden ser mayores. Por eso fue una pena que Mario Herrera tuviera que marcharse antes de tiempo. Menudo susto en plena Nochevieja. Por suerte, no le pasó nada y el “fascismo” pudo aprovechar la situación para forzarle a dimitir. ¿Por haberse saltado el toque de queda y abandonar el coche después del trompazo? No, hombre. Por las amenazas sufridas. Qué risas nos echamos con aquella historia. Casi cuela.

Los meses siguientes han pasado entre la nada política y la nómina puntual en el banco mes a mes hasta que otra vez han intentado derribarnos. Cómo les jode ese gobierno progresista y feminista con dos mujeres al frente por primera vez. Siempre juntas. Forever and ever. TKM Kontxa. ¿Quiénes se han creído esos señoros de Podemos para expulsarte del partido y pedirte la dimisión? ¿Aquellos que te pusieron a dedo cuando llegaste a Logroño desde Berlín? ¿Y? ¿Acaso no rompiste relaciones con ellos casi al mismo tiempo que recogías tu acta de diputada (personal e intransferible como mi carnet del Logroñés) y traías a tus amigos de Castilla La Mancha para darles un mejor porvenir en el norte?

¿Acaso se pensaban que ibas a tener la ética y la decencia para dimitir porque no representas a nadie más que a ti misma? ¿Acaso creían que ibas a renunciar a cerca de 80.000 euros anuales y la posibilidad de repartir cargos entre tus amigos porque sí? ¡Ja! La gente es de un malpensado…

Por eso te escribo esta carta, Raquel. Enhorabuena por tus más de dos años y medio como consejera del Gobierno de La Rioja. Hace falta tener un enorme talento para no tener ningún talento y llegar tan lejos durante tanto tiempo. Es una pena que se nos vaya a fastidiar el asunto en mayo del año que viene. Ya llegará. Mientras tanto, salud. Y República. Y feminismo. E igualdad. O lo que sea que defiendas al no tener partido ni nadie a quien representar. ¡No pasarán!

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