La calagurritana Cristina Antoñanzas es vicesecretaria general de UGT. Este Primero de Mayo lo vive con la satisfacción de haber acordado una reforma laboral y con mucho trabajo por delante en incremento de salarios, disminución de la brecha salarial y contención de los precios de las materias primas.
– ¿Cuáles son las principales reivindicaciones de este Primero de Mayo?
– Tras llegar a un acuerdo con la reforma laboral creemos que ahora ha llegado el momento de subir los salarios. Con una inflación del 10 por ciento hay que hacerlo y trabajar en las cláusulas de revalorización de los mismos y que suban cada año con el IPC. Los trabajadores están perdiendo poder adquisitivo y eso no lo podemos seguir permitiendo. Además hay que seguir hablando de disminuir la brecha salarial. La igualdad entre hombres y mujeres es una de las reivindicaciones que tiene que seguir encima de la mesa. Además tenemos que hablar de otro tipo de desigualdades. Se habla de no dejar a nadie atrás y en eso es en lo que tenemos que trabajar. Por otro lado hay que conseguir una contención de los precios de las materias primas más allá del acuerdo que se ha llegado con Europa junto a Portugal con el tema de la energía porque la subida de las materias primas afectan a todos: ganadería, agricultura, construcción… También hay que seguir hablando del problema de los riesgos laborales. Dos personas al día mueren por ir a trabajar.
– Muchos ‘negacionistas’ relacionan la brecha salarial con que una mujer cobre lo mismo que un hombre por hacer el mismo trabajo.
– Es que eso no tiene nada que ver con la brecha salarial. Si una mujer cobra menos que un hombre por hacer el mismo trabajo estamos hablando de discriminación, es decir, una ilegalidad, y hay que ir a los tribunales. La brecha salarial es otra cosa. El mayor número de contratos a tiempo parcial son de mujeres y eso no es una casualidad, es porque nosotras somos las que cuidamos a padres, a hijos… Hay un estudio que dice que el 70% de las mujeres que trabajan a tiempo parcial querrían tener un trabajo a tiempo completo. Además los trabajos mas feminizados están en peores condiciones que los que no lo son. No hay más que ver las condiciones de sectores como el de los cuidados o los sociosanitarios, en el que especialmente trabajan mujeres, y que están peor remunerados. Además las mujeres entramos y salimos más del mercado laboral lo que hace que las pensiones sean mucho menores en nosotras. Hay un 35 por ciento de brecha en pensiones.
– ¿Cuál es la clave para que, a pesar de los datos económicos, el empleo siga aumentando en el país?
– Sin lugar a dudas la diferencia es la reforma laboral. Se están firmando más contratos indefinidos que temporales y eso muestra los beneficiosos efectos de esta reforma y además quitan los miedos que se tenían como que la subida del Salario Mínimo Vital iba a destruir empleo. Ahora hay que luchar porque además de indefinidos esos empleos sean de calidad. Por otro lado se ha demostrado la importancia de que haya acuerdo en el diálogo social. Parece que se nos olvida pero gobierno, sindicatos y patronal también llegamos a un acuerdo en los ERTE que han salvado 3,5 millones de empleos. El trabajo de consenso ha sido importante y hemos demostrado que cuando se cuenta con el trabajo de los sindicatos, estamos ahí, defendiendo los derechos de los trabajadores. Además se ha visto claramente que no es lo mismo que gobiernen unos que otros.
– La sociedad, sin embargo, piensa que los sindicatos están alejados de los trabajadores.
– Eso lo dicen los que no conocen el trabajo que hacemos. Nuestro mayor activo son nuestros miles de delegados sindicales en las empresas que son votados cada cuatro años por sus compañeros y compañeras. Esa es la fuerza de los sindicatos. Hemos conseguido muchas mejoras cuando nos han dejado entrar en las negociaciones: la revalorización de las pensiones, la ley del tele trabajo, la ley Rider, la reforma laboral… Pero hay una ultraderecha que nos quiere llevar a la cárcel por no ser buenos patriotas y me pregunto: ¿mejorar las condiciones de los trabajadores es de ser malos patriotas?
-Aún así cada vez menos gente joven se afilia.
– Nuestra base de jóvenes es potente. Efectivamente tenemos poca gente de 20 años porque esa gente ni siquiera ha tenido la oportunidad de entrar en el mercado laboral, por eso nuestra media de edad ha crecido. Otro hándicap que tenemos y que llevamos abordando desde hace tiempo es la diferencia en las relaciones laborales que hay hoy en día. Tenemos que cambiar nuestra forma de dirigirnos a los trabajadores, eso está claro.
– ¿Cuántas veces le han dicho eso de “si la derecha estuviese gobernando, los sindicatos ya habrían quemado las calles”?
– Salir a la calle depende de las políticas que lleve a cabo cada gobierno. En noviembre de 2011 el PP ganó unas elecciones y tres meses después teníamos una reforma laboral unilateral que destruyó millones de empleos. Si eso lo hubiese hecho el PSOE estaríamos en las calles pero en esta legislatura no ha habido un sólo motivo para convocar una huelga general. Se ha contado en las negociaciones con nosotros y hemos llegado a acuerdos aunque hayamos tenido que rebajar nuestras expectativas iniciales. Pero los sindicatos hemos demostrado que si hay que salir a la calle se sale, como pasó en Cádiz, y eso es también un aviso a navegantes, hay que seguir trabajando en aumentar los derechos de los trabajadores.
