¿Desconexión, naturaleza y belleza? La primavera ya ha llegado y la Semana Santa está a la vuelta de la esquina. Salir de la rutina y respirar aire fresco se antoja imprescindible después de meses de trabajo, y la naturaleza riojana es el perfecto escenario para hacer un alto en el camino y contemplar la magnitud de la región. Y todo, desde lo alto, desde los increíbles miradores con los que cuenta La Rioja.
Porque no hay nada mejor que mirar al horizonte durante horas sin importar lo que pase alrededor, admirar vistas exclusivas, disfrutar del verde de los montes y el renacer de las vides. Porque es la mejor manera de vivir la naturaleza de forma más cercana y casi tocando el cielo, bienvenidos a los balcones naturales más especiales de La Rioja.
– Mirador de la ermita de San Felices
Nombrado como el mejor Rincón de España en 2014 por la prestigiosa guía Repsol, desde esta afilada cresta se ve cómo el Ebro entra en La Rioja, atravesando las llamadas Conchas de Haro (un canal natural que el Ebro ha ido creando a su paso), y serpentea entre los viñedos como un gigante embriagado. La ermita se alza sobre los riscos de Bilibio, a seis kilómetros al norte de Haro, donde primero hubo un castillo romano y luego, a finales del siglo V, hizo vida retirada San Felices, cuya sobria efigie en piedra corona el cerro, y su discípulo San Millán. Más cerca del cielo no podían estar.
Foto: La Rioja Turismo
Desde este santuario hay una panorámica que impresiona durante todo el año, pero especialmente el 29 de junio, día que se celebra en tan impresionante escenario la famosa Batalla del Vino. Un plan muy especial para el que hay que estar preparado y haber descansado previamente en los alojamientos de la zona.
– Mirador del Cañón del Río Leza
Incluido dentro de la Reserva de la Biosfera de los valles del Jubera, Leza, Cidacos y Alhama, este escarpado desfiladero está situado a 2 kilómetros de Soto en Cameros. La belleza del río Leza no pasa desapercibida desde el peñasco El Torrejón, desde donde se puede disfrutar de un sinuoso cañón de 6 kilómetros donde se retuerce el río comprimido entre laderas y donde los estratos calizos forman escalones que antaño fueron bancales de cultivo, luego terrazas para repoblar y ahora bancos naturales en los que sentarnos a contemplar el sobrecogedor paisaje.
Además, desde este balcón podrás contemplar el vuelo de los buitres leonados, alimoches o águilas que habitan la zona y la impresionante flora que puebla las paredes del desfiladero. ¿Para dormir? Un alojamiento rodeado de naturaleza.
-Sierra de Peñalmonte: Peña Isasa
Esta sierra domina parte de la cuenca del río Cidacos, entre los pueblos de Arnedillo y Autol, y su baluarte es Peña Isasa, con 1.474 metros de altitud. Su relieve agreste y levemente castificado le presenta como una larga cuesta, cuyo frente acaba mirando al norte.
El topónimo Isasa es de clara etimología vasca y su significado vendría a ser «retama». Algunas leyendas atribuyen al mítico Sansón la colocación de la peña Isasa por lanzamiento desde algún remoto lugar de la ribera del Ebro. Para acceder a ella existen varias rutas: por Préjano, Turruncún o Muro de Aguas. Para hacer una parada y descansar, varias opciones en esta zona.
– Peña Bajenza
Que levante la mano quien no haya pasado con el coche por la N-111 a la altura de Islallana y no se haya quedado boquiabierto con una descomunal peña rojiza que cae verticalmente sobre el valle del río Iregua. Se trata de Peña Bajenza y es una de las imágenes paisajísticas que más llama la atención en la región. A primera vista parece una montaña infranqueable, sin escalada, pero nada más lejos de la realidad.
No es tarea fácil, pero desde arriba las vistas son increíbles. Toda la exuberancia del paisaje que rodea a Islallana es posible contemplarla desde el nuevo Mirador Puerta de Cameros. En él, gracias a los paneles interpretativos podrás conocer algo más acerca de las espectaculares vistas, la naturaleza, la historia o las tradiciones que hacen de Islallana un lugar especial. Y por supuesto, contemplar gran parte de transcurso del río Iregua, Islallana, y también alcanzarás a divisar Moncalvillo y Peña Moya, el Castillo de Viguera, el Rodalillo y Peña Aldera. ¿Para dormir? Numerosas opciones en la zona.
– Mirador de la Sonsierra
La vista desde este enclave es una de las más hermosas de La Rioja ya que desde aquí se pueden divisar las cumbres de la Sierra de Cantabria (al Norte) y las de la Sierra de la Demanda (al Sur). Este mirador del Ebro ofrece paisajes variados que regalan otra muestra de la riqueza natural de la región (viñedos, bosques de pino y carrasco, riberas del Ebro), etc.
Adéntrate y podrás divisar el paisaje que se extiende a tus pies hasta la Sierra de la Demanda. Muy recomendable visitar toda la zona pasando la noche en cualquiera de sus alojamientos.
*Contenido especial para La Rioja Turismo
