La Guardia Civil investiga en La Rioja a un varón de 22 años, natural de Hungría, como presunto autor de un delito contra la seguridad vial por conducir un vehículo de motor -eléctrico- sin haber obtenido nunca el permiso de conducción.
La actuación se inició en un control establecido en la N-232 a su paso por Villamediana. Los agentes detectaron una pequeña bicicleta que se desplazaba de “forma inusual, muy deprisa y sin pedalear”. Esta alcanzaba velocidades en paralelo al vehículo oficial superiores a los 45 kilómetros por hora.
Una vez interceptado el conductor, se procedió a la inspección de la bicicleta. Los agentes comprobaron que le había añadido un kit de transformación. En concreto, un motor eléctrico en cada una de sus ruedas, con una potencia total de 1.000 W, dos baterías, un sistema eléctrico de control y un acelerador en el puño derecho del manillar para hacer funcionar ambos motores sin pedalear.
Tras las modificaciones realizadas a su bicicleta, esta pertenecía a la categoría L1e-B de “ciclomotores de dos ruedas”. Según esta normativa, el vehículo debía de estar matriculado como un ciclomotor. Además, debía de disponer de permiso de circulación y tarjeta de inspección técnica, póliza en vigor de seguro obligatorio. El conductor también tenía que poseer un permiso de conducción al menos de la clase AM.
Por ello, le sería aplicable la totalidad de la normativa sobre tráfico, circulación y seguridad vial. El implicado, al carecer de permiso o licencia de conducción, está siendo investigado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial. Este se encuentra sancionado alternativamente con las penas de prisión de 3 a 6 meses, multa de 12 a 24 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.
Además, contra el mismo se han tramitado cuatro boletines de denuncia por carecer de autorización administrativa, seguro obligatorio, espejos retrovisores y claxon. El total de las denuncias asciende a 1.550 euros.
