Agricultura

’20M Rural’, la resaca de un hito histórico: “Esto ha sido un aviso”

El ’20M Rural’ quedará grabado en las suelas de las gentes del campo, aquellas que durante un día cambiaron los sembrados, la paja, los prados, los bujos silvestres y el pedal de los tractores por el asfalto madrileño para recorrer una senda de reivindicaciones de poco más de cuatro kilómetros al ritmo del viento agitaba las banderas.

Una marcha marcada por el carácter apolítico que bien quisieron remarcar sus convocantes, a pesar de las discrepancias que también les unen. Porque lo de este domingo fue una auténtica declaración de intenciones de aquellos que temen por un modo de vida que sustenta a una sociedad global. “No somos ni los de izquierdas ni los de derechas. Somos los de abajo y vamos a por los de arriba”, mostraba una pancarta. Desde el Ministerio de Agricultura hasta el de Transición Ecológica para llegar “allá donde se encuentran los despachos de quienes desconocen la realidad que se cuece en la huerta y la granja del país, en la despensa que lo abastece a diario”.

FOTO: Leire Díez.

Durante más de tres horas la Castellana se tiñó de un auténtico arcoíris, con la predominancia de la franja naranja (que se puede explicar por la feria cinegética que se celebraba en la ciudad durante el fin de semana), que costó desalojar antes de que el Clásico volviera a poner el foco mediático en la capital. Entre gorras y chalecos reflectantes se alzaban las pancartas en defensa de un medio rural que agoniza por su supervivencia, porque esa es la lucha común que este domingo reunió a agricultores, ganaderos, cazadores, regantes y criadores de toro de lidia en Madrid.

Pero también hubo espacio para las luchas concretas de cada colectivo: el cumplimiento de la Ley de la Cadena Agroalimentaria para lograr la rentaibilidad de las explotaciones, una regulación de las importaciones de terceros países bajo los mismos criterios sanitarios, una revisión de la Política Agraria Común, la defensa de la actividad cinegética frente a las “políticas ecoanimalistas europeas”, una adaptación de las obras hidráulicas para actuar frente al cambio climático, así como la implantación de servicios básicos en el medio rural (sanitarios, educativos, sociales y de empleo), entre otras demandas.

FOTO: Leire Díez.

Sin duda, no era de esperar el enorme poder de convocatoria para esta cita. Aunque la Delegación del Gobierno cifre el número de personas que llegaron de “provincias” a la ciudad en unas 150.000, las organizaciones convocantes hablan de más de 400.000, y desde La Rioja, se calcula que unos 2.000. La cola de manifestantes se perdía a lo lejos del Paseo y, por unas horas, en el centro de la capital dejaron de escucharse bocinas y respirarse monóxido de carbono.

“Un éxito rotundo”, tal como lo han calificado las OPA riojanas y la Federación Riojana de Caza, destacando y agradeciendo a su vez la “ejemplar, pacífica y cívica” actitud de los asistentes, según los convocantes, unos 400.000 mil; según la Delegación del Gobierno, 150.000. “¿Y servirá de algo todo esto?”, preguntaba un agricultor a sus compatriotas bocata en mano antes de emprender el viaje de vuelta a sus pueblos. “Pues si no hacen nada, habrá que volver a Madrid, o a Bruselas. Donde haga falta”.

FOTO: COAG-UAGR.

Habrá que esperar al próximo 29 de marzo, cuando el Consejo de Minsitros apruebe un plan nacional de respuesta a la crisis económica provocada por la guerra de Ucrania que ha disparado los precios de los alimentos y suministros, agravanado la situación de insostenibilidad que afrontan muchos profesionales del sector primario. Pero más allá del plano nacional, esto también depende de las adminsitraciones regionales y de la propia Unión Europea.

La COAG-UAGR confía en que “los gobernantes tomen buena nota del clamor del mundo rural y enfoquen toda su atención y diligencia en atender las demandas del sector agrario para evitar una crisis alimentaria, que en la actual coyuntura se vislumbra como más posible que nunca”. Mientras, desde UPA La Rioja exigen una “reacción inmediata de los distintos gobiernos con el firme propósito de proteger, por encima de todo, el modelo de vida rural, un sector estratégico para el país desde el punto de vista, social y económico”.

“Esto ha sido una llamada de atención, un aviso”, advierte el secretario general de ARAG-ASAJA, Igor Fonseca, “porque lejos del tono amable que ha tenido esta concentración, unido a los mensajes serios que lanzaron las organizaciones convocantes, si no se toman medidas, puede que el sector sí saque su furia”. Y entre lo que más crispación genera al sector agrario riojano están los daños provocados por la fauna silvestre tanto en los cultivos como en las explotaciones ganaderas por la transmisión de enfermedades a los animales: “Estamos hartos y no hacemos más que hablar con las administraciones pero seguimos sin conseguir nada”.

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