Los funcionarios del centro penitenciario de Logroño han expresado este sábado su malestar tras conocer “por sorpresa” que un interno que había protagonizado un grave incidente en este centro vuelve a la prisión logroñesa “sin que se haya comunicado previamente a los trabajadores”.
Desde ACAIP-UGT, sindicato mayoritario en el penal, denuncian “una nueva falta de respeto de la Administración hacia sus trabajadores” por este hecho. Recuerdan que en septiembre de 2020 este interno atacó “de forma salvaje” a un funcionario de la prisión riojana, “una situación muy grave” que fue solventada gracias a la rápida intervención de otros compañeros que evitaron males mayores.
Hay varias cosas que han indignado a los funcionarios de este centro penitenciario, como “la falta de empatía de la dirección del centro al no advertir que este reo retornaba a la prisión para asistir a juicio”. Además, después de haber protagonizado graves incidentes en el centro y de haber agredido “brutalmente” a un trabajador, su regreso se produce “en un régimen de vida ordinario, sin restricciones regimentales y con actitud prepotente a sabiendas de que sus acciones apenas han tenido consecuencias disciplinarias”.
Una vez que se produjo la agresión en Logroño, fue trasladado en primer grado -régimen de vida que se impone a los presos más peligrosos e inadaptados- al centro penitenciario de Teixeiro (La Coruña). Sin embargo, esta semana ha vuelto en segundo grado y sin advertir a los trabajadores, a pesar de los antecedentes de comportamiento mostrados.
FOTO: Raquel Manzanares (EFE).
El regreso a Logroño lo motiva la asistencia al juicio por las amenazas vertidas contra los funcionarios, si bien ACAIP apunta que la agresión que cometió contra los trabajadores sigue en instrucción judicial.
“Es cuando menos sorprendente que, siendo juzgado por delitos cometidos en la prisión contra trabajadores de la misma, la Administración permita este traslado en lugar de buscar alternativas que no volvieran a poner al agresor frente a la víctima, como la celebración del juicio por videoconferencia o el traslado a centros cercanos desde donde se le puede mover para las diligencias, como se ha hecho en multitud de ocasiones”, indica el sindicato.
“Una doble agresión”
A su juicio, “no tiene explicación que cuando el reo se enfrenta a estos hechos sea custodiado por aquellos a quienes amenazó, insultó y agredió”. “Los trabajadores reciben una doble agresión: la primera, la perpetrada por el interno en 2020; y ahora la de la Administración por esta falta de respeto que, además, pone en riesgo su integridad física, tal y como los antecedentes del interno evidencian”, añade.
Por todo ello, ACAIP-UGT solicita que cuando un interno potencialmente agresivo sea trasladado “se informe debidamente a los trabajadores que se encarguen de su ingreso”, al tiempo que reclama medidas para que un preso que ha agredido a un empleado público de un centro penitenciario no regrese al mismo centro “o, en su caso, lo haga con las medidas regimentales adecuadas para evitar nuevas agresiones y actitudes violentas”.
