Agricultura

La lluvia de la esperanza que nutre el campo riojano

Y al tercer mes, el campo resucitó. El cielo ha arrojado en lo que va de marzo más litros de los que son habituales de media para este mes, dejando así un haz de esperanza para los labradores. En concreto, unos 30 litros contabilizados hasta este lunes en la estación meteorológica de Agoncillo, empleada como referencia regional y que habitualmente suele recoger una media de 26 litros por metro cuadrado en este mes.

Es más, durante este lunes se acumulaban en los pluviómetros de la comunidad algo más de 10 litros. Parón de las labores agrícolas, pero muy bien recibido sobre todo entre los cerealistas, que alzaban la vista ansiosos y la bajaban desesperados. El año hidrológico no ha ido mal, pero la sequía prolongada durante enero y febrero ha dejado un terreno yermo que vuelve a respirar con las últimas precipitaciones.

Pero que no cesen, porque la humedad perdida durante este tiempo no se va a recuperar tan fácilmente. Dice el refrán que “llueva abril y mayo, aunque no llueva en todo el año”, pero con esto del cambio climático igual habría que adelantarlo a marzo y abril.

Esta dana ha cogido ritmo y no tiene intenciones de echar el freno. La semana viene movidita con esta depresión aislada y los embalses riojanos al 65,3 por ciento de su capacidad, según el último parte emitido por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que han aumentado sus reservas en 1,4 hectómetros cúbicos respecto a la semana pasada.

Previsión del volumen de precipitaciones para este jueves 17.

El cielo volverá a descargar este jueves, para cuando los pronósiticos meteorológicos vaticinan agua e incluso nieve. “Se esperan precipitaciones de unos diez litros y ligeras nevadas en la Ibérica riojana, mientras que en los días posteriores la probabilidad descenderá”, apunta el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología en La Rioja, José Antonio Pellitero. Pero lo que está claro es que marzo sea un mes lluvioso porque ya se han superado los niveles medios de precipitaciones normales.

El polvo sahariano

El astro no deja de sorprender. La última ha sido el manto marrón con el que ha dado la bienvenida este martes como consecuencia de la calima llegada del Sáhara y que no se decarta que vuelva a manifestarse. “La calidad del aire irá empeorando hasta este miércoles por la mañana”, indica Pellitero, “pero la asuencia de precipitaciones para estas próximas horas evitará que volvamos a ver barro sobre coches y calles”.

Y como todo lo que cae del cielo, estos aires africanos también tienen su huella en el campo. Los almendros y frutales que decoran de rosa y blanco la orografia riojana tienen cubiertas sus flores de una fina película de polvo que deseca los estigmas, deshidrata el polen y aumenta el peso de este, dificultando su transporte y difusión en pleno proceso depolinización. Asimismo, también influye en el color de los pétalos y en un menor potencial fotosintético para las plantas.

Por otro lado, y desde el punto de vista positivo, la calima aporta una fertilización natural (y gratuita) gracias a su gran aporte en fosfatos que nutren los suelos, además de como abrasivo ante plagas como el pulgón. También absorve la humedad de las flores evitando así el desarrollo de hongos. Los pros y contras del tiempo.

Subir