La Rioja

La lluvia y la procesión, protagonistas del Día Grande de Calahorra dos años después

Las previsiones meteorológicas hacían prever que el día grande en Calahorra iba a estar marcado por la lluvia. Los patronos de la ciudad decidieron echar el capote y, al menos en el momento de la procesión, los nubarrones no aparecieron en el cielo. A las diez y media de la mañana comenzaba la comitiva a desfilar por las principales calles de la ciudad tras tres años sin hacerlo. En 2020, la procesión no pudo salir a la calle por el chaparrón intenso que cayó. En 2021, aunque salió con las reliquias en coches, no fue lo mismo. La noche había sido larga para algunos. Para otros, desastrosa tras una nueva oleada de robos de móviles en las horas posteriores al chupinazo. Sin embargo, pocos se quisieron perder la procesión a los Santos.

Así, los participantes en la procesión volvieron a comprobar lo larga que es la calagurritana. “Cinco kilómetros. ¡Cinco!”, repetía el alcalde de Arnedo, Javier García, bromeando al entrar en la catedral. Los chascarrillos entre los alcaldes visitantes (también estaban los de Pradejón, Arnedillo y Aldeanueva de Ebro) discurrían en el hecho de que luego no hubiese un ágape. “He entendido que nos invitaban a chuletillas a la salida, pero era a un vermú en la calle Paletillas”, bromeaba Ángel Fernández.

Unas horas antes, el grupo de danzas volvía a bailar en la glorieta de Quitiliano frente a los santos. El único acto que no estaba contemplado este año era el ‘paso’ de los niños frente a los patronos, que deberá esperar a agosto. Después, la comitiva eclesiástica, sin la presencia del Obispo que hará efectivo su cargo el próximo domingo, a la que seguían políticos, la corporación municipal y la presencia de la presidenta regional, Concha Andreu; el presidente del Parlamento, Jesús María García; la consejera de Agricultura, Eva Hita; y la alcaldesa de la ciudad, Elisa Garrido, que volvió a lucir el traje de calagurritana.

Después se fueron sucediendo los almuerzos y comidas en cuadrillas hasta las cinco y media de la tarde, que estaba previsto otro de los actos más esperados: el primer encierro en dos años. Ahí sí que la lluvia hizo acto de presencia y lo que en un año ‘normal’ hubiese sido una suspensión en toda regla, este año se intentó y las vacas dieron un par de vueltas por el recorrido estipulado con algún que otro susto y mucho resbalón.

Este viernes, calderetes

La jornada del viernes estará marcada por la celebración a mediodía de los tradicionales calderetes. Por la mañana se sucederán los actos infantiles y las degustaciones y a las 13 horas se encenderá una mascletá en la glorieta de Quintiliano. Ya por la tarde Maese Villarejo traerá las aventuras de Gorgorito a los más pequeños y se celes¡barra una charla del Club Taurino. Con fuegos artificiales y un tributo a Queen concluirá la jornada.

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