La presidenta del Gobierno de La Rioja, Concha Andreu, se ha trasladado este jueves a su ciudad natal, Calahorra, para participar en las fiestas de san Emeterio y san Celedonio, donde hay “ganas de convivir, de vivir unos con otros y de hacer como que damos un paso adelante; la pandemia queda atrás y miramos con alegría al futuro”.
Así lo ha afirmado Andreu, junto a la alcaldesa de Calahorra, Elisa Garrido, antes de participar en la tradicional procesión con los patronos de la ciudad calagurritana.
“Hoy damos la bienvenida a casi, casi, la normalidad, celebrando un poco la llegada a la normalidad, no sé si se lo tenemos que deber también a san Emeterio y san Celedonio”, ha añadido la presidenta a los periodistas.
Andreu ha animado a “disfrutar todos los minutos del día y de los días hasta que acaben las fiestas de Calahorra, donde “hay cientos de actividades que se celebrarán en la calle haga calor, frío, sol o llueva, da igual porque lo que queremos es compartir entre todos, hacer una piña y disfrutar”.
“Vamos a empezar con una procesión, pero es como la primera vez desde hace mucho tiempo. Parece que hubieran pasado décadas por la situación que hemos pasado tan comprometida”, ha subrayado la presidenta, quien ha apelado a “seguir siendo prudentes con las personas más débiles, pero, afortunadamente, hemos sido todos muy responsables y nos hemos vacunado para poder estar ahora disfrutando”.
Por su parte, la alcaldesa ha recordado que, hace dos años, estas fiestas patronales de Calahorra fueron las últimas que se celebraron en La Rioja debido a la pandemia, por lo que es “simbólico” que ahora se celebren al cien por cien.
El chupinazo anunciador de las fiestas, este miércoles, fue “como ninguno en muchos años por las ganas que había, la expectación y el deseo de disfrutar de estar todos juntos en la calle y volver a sentir algo parecido a lo que era la normalidad antes de la pandemia”.
