La movilización convocada por la plataforma No a la Caza (NAC) ha reunido este domingo a alrededor de medio centenar de personas en la plaza del Mercado de Logroño. Una concentración convocada también en diferentes ciudades españolas contra la caza.
Decenas de personas han asistido acompañadas de sus perros, ya que una de las principales protestas de esta organización es el tratamiento que, en su opinión, dan los cazadores a los perros. De hecho, la principal reivindicación de NAC en 2022 es exigir la entrada en vigor de la Ley de Bienestar Animal prometida por el Gobierno y que los perros usados en la caza no sean excluidos de la protección de la Ley.
Concentración en Logroño en contra de la caza con perros | Foto: EFE/Abel Alonso
Según han detallado en un comunicado desde NAC con el fin de la temporada de caza las protectoras registran más abandonos de perros como los galgos o los podencos por parte de los cazadores y los animales salvajes masacrados se cuentan por millones.
“La prometida Ley de Bienestar Animal, que pretende blindar los derechos más mínimos de los animales domésticos: derechos a la vida, a mantener sus condiciones vitales dignas y a no ser considerados objetos”, pero son “unos mínimos que desde el sector cinegético se niegan a cumplir y presionan para que los perros usados en la caza sean excluidos de esta consideración”, han señalado desde la organización.
“Pedimos la prohibición de la caza con perros y que se apruebe con extrema urgencia la Ley de bienestar animal para que por fin todos los perros tengan sus derechos y protección, para que la ley impida la cría masiva, el abandono, la venta y explotación salvaje de estos animales y en particular los perros de caza”, detallan.
Inciden, además, en que febrero es el peor mes para los perros por el fin de la temporada de caza con galgo, ya que según datos de las protectoras, alrededor de 50.000 galgos son ‘descartados’ cada año; una cifra a la habría que añadir otras razas utilizadas también para la caza como los podencos, setters o pointers.
Inciden, además, en que “los accidentes con personas vinculadas o no a las cacerías, la situación en la que viven los perros para uso cinegético, los miles de animales masacrados por un supuesto deporte y la incompatibilidad de esta actividad con otras en el campo como el senderismo o el ciclismo son solo algunos de los argumentos que justifican pedir el fin de la caza”.
