Cultura y Sociedad

Daniel Jiménez repara el daño emocional a su familia en su libro ‘El plagio’

Daniel Jiménez | Foto: Raquel Manzanares (EFE)

Rebeca Palacios

El escritor Daniel Jiménez intenta reparar “el daño emocional” sufrido por su familia en su libro “El plagio”, que rememora el fraude al que se enfrentó su padre Juan, saxofonista de “Los Pekenikes”, a quien “robaron” su idea para un programa televisivo, lo que provocó que se endeudara y arruinase después.

Jiménez (Madrid, 1981) ha conseguido publicar “El plagio” gracias a la beca literaria del XXVII Premio Literario Bodegas Olarra & Café Bretón, de Logroño, dotada también con 6.000 euros en metálico.

El libro, editado por Pepitas de Calabaza, narra la historia de su familia a raíz de este plagio “tan escandaloso” que “destrozó” la parte económica y emocional de su vida, ha detallado.

Su padre Juan Jiménez, quien actualmente tiene 75 años, fue miembro del grupo musical “Los Pekenikes”, ha compuesto más de 200 canciones, trabajó como productor y programador de espectáculos, dirigió musicales y fue profesor.

A principios de los años 90 del siglo pasado ideó un formato novedoso para un programa de televisión que llamó “Parquelandia”, que se basaba en adaptar un juego de mesa tradicional al formato de un concurso televisivo para niños, relata su hijo en el prólogo del libro.

Este músico presentó su idea a la televisión pública y realizó un programa piloto, en cuya grabación adelantó 60 millones de pesetas, para lo que gastó todos sus ahorros, hipotecó la casa, vendió el pub que tenía y contrajo deudas millonarias.

Entregó el material a la televisión y esperó una respuesta, pero los tres directivos con los que había firmado acuerdos y contratos se marcharon a una cadena privada y, a los pocos meses, se estrenó en ese canal un nuevo concurso idéntico a su proyecto, pero protagonizado por adultos.

Juan Jiménez contrató a un abogado de una entidad de gestión de derechos, pero el proceso judicial se alargó durante años, mientras el programa se emitía cada sábado con gran éxito y generó enormes beneficios a la cadena y a sus supuestos creadores.

Daniel Jiménez | Foto: Raquel Manzanares (EFE)

Una sentencia judicial confirmó que no hubo plagio, tras lo que este músico comprobó por su abogado que durante el proceso hubo diversas “irregularidades” y que este letrado había recibido dinero de los tres directivos para excluir su nombre de la demanda, ha relatado el escritor.

Después, el padre de Daniel le pidió que escribiera su historia y le entregó toda la documentación de la que disponía para atestiguar que la sentencia no había sido “justa”.

Este licenciado en Historia ha aclarado que en su libro ha decidido no mencionar los nombres de los tres directivos de televisión ni del abogado que le traicionaron “por respeto” a su padre, quien ha escrito su propio libro sobre el plagio, y también para evitarse más “problemas legales” después de todo lo que ha sufrido su familia.

Tras “este robo”, la familia tuvo que afrontar numerosas penurias económicas, pero sobre todo, superar el daño emocional que provocó esta situación, que, según este autor, “era frecuente” en televisión en los años 90.

“A raíz de publicar el libro, mucha gente me ha escrito para decirle que les pasó algo parecido. Aunque mi padre acumuló toda la documentación necesaria para demostrar el plagio, pero después el juicio no salió como esperábamos”, ha añadido.

Jiménez ha constatado que a amigos suyos que trabajan actualmente en el mundo audiovisual les han pasado cosas “parecidas”, después de enviar un proyecto y que este sea rechazado, meses después ven que aparece una serie, un programa o una película basados en esa idea suya.

“Partimos de la confianza en la sociedad, de que la gente es profesional, leal y tiene dignidad. Cuando se demuestra que te pueden robar lo que es tuyo delante de tus narices es algo aterrador”, ha opinado.

Por ello, a raíz del plagio, su personalidad es “desconfiada”, y según ha bromeado, puede que haya llegado a desarrollar “algún delirio paranoide”, ya que le cuesta creer que “exista la justicia y la reparación”.

Ha indicado que, después de que sus tres primeras obras -las novelas “Cocaína” y Las dos muertes de Ray Loriga” y el libro de relatos “La vida privada de los héroes”- hayan sido autobiográficas, apostará por la ficción en su próxima publicación.

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