La Rioja

Señor Garzón, “la ganadería extensiva también depende de la intensiva”

Enrique Serrano, ganadero de Anguiano.

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha vuelto al centro de la polémica que gira estos días en torno al sector ganadero tras sus críticas al modelo de macrogranjas existentes en España en cuanto a la “mala calidad” de la carne exportada, el cuidado que reciben los animales y su efecto en el medio ambiente. Unas decalraciones recogidas en una entrevista en el diario británico ‘The Guardian’ que tardaron poco en desatar multitud de reacciones negativas desde diferentes flancos políticos y, por supuesto, desde la propia industria cárnica del país.

En concreto, la Federación de Empresas de La Rioja (FER) pedía este jueves la dimisión del ministro por su “desprecio a la industria cárnica, un sector primordial de la economía riojana”. Los empresarios, a través de un comunicado, remarcaron que “su desconocimiento de la realidad de las empresas cárnicas y de la ganadería en el medio rural merece que deje inmediatamente su responsabilidad pública”.

Y desde el propio sector ganadero riojano las opiniones son claras: “Estas afirmaciones del ministro no hacen más que crear división entre el modelo intensivo y extensivo cuando la ganadería extensiva también depende la intensiva para sobrevivir. Quien diga lo contrario es que desconoce el funcionamiento del sector y toda su cadena”. Enrique Serrano gestiona una explotación de vacuno y equino en la sierra de Anguiano y recalca que sus terneros, tras varios meses pastando en la sierra, “los últimos tres o cuatro pasan a formar parte de la ganadería intensiva porque rematan el ciclo de engorde antes del sacrificio”. Algo que ocurre también con ovino y el caprino.

Asegura que se siente “atacado” con estas “desafortunadas declaraciones” de Garzón, las cuales considera “que van más por un plano medioambiental sobre la huella que genera la actividad ganadera. Pero es que toda acción humana de por sí tiene su impacto en el medio ambiente y aquí nadie habla, por ejemplo, del consumismo de la sociedad”. Serrano insiste en que “la normativa que hay que cumplir para producir alimentos cada vez es más estricta, así que no puede generalizar los casos de maltrato animal en toda la ganadería intensiva cuando existe una legislación con unos requisitos de bienestar animal que se cumplen generalmente”.

Lo pero, añade, es que con estas afirmaciones se ha creado un “discurso banal y simplificado en las redes sociales sobre ganadería extensiva, sí, y ganadería intensiva, no. Aunque la ganadería extensiva produzca una serie de beneficios que la intensiva no, a esta no se le puede demonizar porque es igual de necesaria en la cadena, ya que abastece a los lineales con un producto más asequible y, por supuesto, también de buena calidad. Siempre están quienes hablan sin saber solo por echar más leña al fuego”.

Este ganadero de Anguiano opina que la repercusión que han tenido las palabras del ministro han trascendido fronteras y eso puede perjudicar al propio sector a nivel nacional: “Da mucha rabia y pena leer estas cosas porque la normativa europea que existe está para cumplirla y estas declaraciones no hacen más que poner en evidencia el sistema organizativo de control nacional. Además, se les llena la boca diciendo que lo mejor es la ganadería extensiva pero cada vez es más complicado que los jóvenes se suban a este carro con los costes de producción cada vez más altos”.

Sin embargo, Garzón considera “impecables” sus afirmaciones y califica de “bulo” la polémica generada, señalando al presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, como responsable. “No era la primera vez que lo decía y no va a ser la última. Hay dos tipos de ganadería: la ganadería familiar, social, extensiva, la del ganado pastando, que da un producto de mucha calidad. Y luego hay una ganadería que tiene su expresión máxima en las macrogranjas, con efectos ecológicos y medioambientales altamente perversos, que expulsa la población de sus territorios y que deja a la España vacía más vaciada”.

Así lo expone este domingo en una entrevista a ‘El Periódico de Cataluña’, donde el ministro asegura convencido que continuará desempeñando su cargo en el Gobierno a pesar de las peticiones de destitución: “No me siento solo, sino en la línea de lo que hemos dictaminado que era este Gobierno progresista, en la lucha contra el cambio climático y para proteger a la ganadería extensiva”. Unos cambios que “no les iban a gustar a muchas grandes empresas, con muchos recursos, contactos, con mucha capacidad de decisión, y todo discurre dentro de lo esperado. Nos votaron para transformar la sociedad y esas grandes empresas no quieren transformar la sociedad, y es legítimo. Pero a nosotros nos votaron y a las grandes empresas, no”.

La ofensiva del PP

El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Montesinos, ha anunciado este domingo que los cargos públicos de su partido expresarán su apoyo “claro e inequívoco” a la ganadería española y al sector cárnico a través de una “ofensiva parlamentaria e institucional” basada en mociones en ayuntamientos y parlamentos autonómicos e iniciativas en el Congreso y el Senado.

Montesinos ha precisado que la campaña pretende la reprobación del ministro de Consumo “en todos los rincones de España y exigir su cese fulminante” porque, en su opinión, si Garzón sigue en el Ejecutivo de España es “o bien porque Sánchez está de acuerdo con él, y por eso le avala con su silencio, o porque no controla su Gobierno y no quiere plantar cara a (Yolanda) Díaz que, a su vez, está en campaña para quitarle la silla”.

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