La Rioja

Las casas rurales riojanas, sin apenas cancelaciones para Nochevieja

El acelerado ritmo de contagios vivido durante las dos últimas semanas en La Rioja desencadenó en un primer momento en una ola de cancelaciones en los locales de restauración riojanos que ha dejado multitud de mesas vacías en lo que se esperaba que fuera un excelente final de año para el balance de cuentas. Lo mismo auguraban los socios de la Asociación de Casas Rurales de La Rioja (Ascarioja) después del “magnífico verano y otoño vividos, con cifras históricas que superaron a las de antes de la pandemia”.

La temporada navideña se presentaba “buenísima y con un volumen de reservas nuevamente altísimo”, pero con la irrupción de la variante ómicron regresaron los nervios y el miedo a la población. “Después de meses de crecimiento llegó la montaña rusa y con ella los picos de bajada de demanda”, apunta el presidente de la Asociación, José Joaquín Sanz. Sin embargo, esas cancelaciones a las que han tenido que hacer frente bares y restaurantes no se ha plasmado de igual forma en los alojamientos turísticos rurales.

“Hemos tenido un número reducido de anulaciones durante las fechas de Navidad porque la mayoría de nuestros clientes suelen ser familias y, por tanto, grupos burbuja en los que si no hay nadie contagiado no hay problema y las reservas siguen adelante. El problema está en Nochevieja y Año Nuevo, donde se concentran la mayoría de reservas de estas fechas. Además, las nuevas restricciones impuestas por el Gobierno regional lo ponen más difícil porque generan mayor incertidumbre entre el público. Ahora nos toca actuar de policías haciendo llamadas teléfonicas de control para asegurarnos que están vacunados para poder venir e informándoles de la obligatoriedad de mostrar el certificado COVID a la hora de registrarse en una de nuestras casas”, señala Sáenz.

Algo que ha provocado alguna cancelación que otra, según los socios, aunque son cifras muy puntuales. El presidente de Ascarioja apladude esta medida para frenar el avance del virus y “garantizar la seguridad sanitaria en los alojamientos”, pero lamenta que haya huéspedes que exigen unos protocolos sanitarios en las casas mientras luego son ellos quienes acuden sin estar vacunados. “Te dicen que si es necesario se hacen un test de antígenos. Una situación surrealista sin duda”.

Sanz incide en que “no se puede seguir viviendo en esta montaña rusa que paraliza los negocios”, pero reconoce que lo “positivo” es que los clientes que reservan sus servicios “suelen ser ciudadanos amantes de la naturaleza y la tranquilidad muy responsables en el cumplimiento de las medidas de seguridad sanitaria”, por lo que los socios de Ascarioja confían en que esta nueva medida que afecta al certificado COVID no provoque una avalancha de cancelaciones.

A escasas horas de dejar atrás el 2021, el turismo rural apuesta por seguir en la línea de la recuperación. “Una tendencia turística que ha creado el covid hacia el turismo rural y que hay que potenciar. Tenemos dos o tres años por delante extremadamente positivos porque La Rioja sigue siendo en el conjunto de España una comunidad todavía por descubrir y es que el turista que llega a visitarnos se sorprende. Luego ya vendrá el momento de dar el paso al mercado internacional.

Lo que está claro es que los alojamientos turísticos rurales no colgarán este año el cartel de “completo” en Nochevieja. Todos los registros y previsiones a nivel nacional apuntan a que al menos el 60 por ciento de los alojamientos de alquiler completo se ocuparán el próximo fin de semana, un registro muy superior al del pasado año pero que dista mucho del de ejercicios anteriores donde encontrar plazas libres en casas rurales para recibir el año nuevo era misión imposible.

Las anulaciones y el parón de solicitudes de información conforme avanzaba la curva de contagios ha sido el escenario generalizado en todo el país. De cara a 2022, aunque las previsiones son “optimistas” el término que define la situación es la incertidumbre por diferentes motivos, el principal, la evolución sanitaria de la pandemia y de las posibles restricciones sanitarias. Pero también hay otras dudas sobre cómo evolucionarán las cuentas de resultados de las casas rurales por otra realidad que ya acusan los propietarios: la subida generalizada de precios que suponen un incremento de gastos, por ejemplo, en electricidad y calefacción.

Las derivadas de la pandemia que se alarga casi dos años seguirán siendo la clave para resolver esta incertidumbre que impera en el sector del turismo rural, dependiente de un viajero nacional que sigue siendo fiel a disfrutar de escapadas al mundo rural, especialmente los fines de semana, según reflejan los datos oficiales. La última actualización de la Encuesta de Alojamientos Extrahoteleros del Instituto Nacional de Estadística indica que en España hay 16.702 alojamientos rurales diseminados en el territorio nacional que ofertan 161.522 plazas y que dan empleo a 24.955 personas.

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