La Rioja

Café y abrazos para arropar a los vecinos desalojados en Lardero

En los momentos de dificultades es donde realmente sale a flote el corazón de las personas. Y el de María no le cabe en el pecho. Esta vecina de Lardero no ha dudado en tirar de los recursos a su alcance para hacer algo más llevadera la mañana más sobresaltada del municipio, a consecuencia de la explosión de gas que ha obligado a desalojar a una veintena de familias.

FOTO: Raquel Manzanares (EFE).

Equipada con un termo de café con leche y sacarina, ha acudido a la ‘zona cero’ del suceso para arropar a sus vecinos y a los recursos de emergencias desplegados. Un “¿queréis un café?” y un sentido abrazo para “darles un poco de calor, porque les ha pillado a todos sin desayunar; han salido sin nada de casa y se me ha ocurrido traerles el desayuno por ayudar un poco”.

Así explica María un sencillo gesto que ha contribuido a reducir la ansiedad de una comunidad con varios semejantes trasladados al hospital y con el temor a haberlo perdido todo a consecuencia de la deflagración. “Vivo enfrente de ellos y los conozco; no me lo he pensado y he venido a arrimar el hombro un poco por el disgusto que han tenido”, explica a NueveCuatroUno.

“Para eso estamos los vecinos -prosigue-, para echar una mano en todo lo que se pueda; todos a una, como en Fuenteovejuna”. Pese a la lógica preocupación, las buenas noticias llegan desde el hospital hasta la calle Cristo de Lardero: “Nos cuentan que, dentro de lo que cabe, no ha sido nada y esperemos que todos los vecinos puedan volver pronto a casa, porque es una desgracia en estas fechas”. Aun con todo, “vamos a dar gracias a Dios por que todo haya quedado en un susto”, subraya. Un susto en un ambiente gélido que lo es menos gracias al calor humano de vecinos como María.

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