El concejal de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga, ha visitado este lunesen la presa de La Grajera el Plan de Emergencia implantado por el Ayuntamiento de Logroño y con el que se establecen por primera vez las medidas preventivas para minimizar el riesgo a la ciudadanía ante una eventual rotura. Este Plan de Emergencias “indica las actuaciones que tiene que llevar a cabo el Ayuntamiento como titular de la presa para hacer frente a eventuales emergencias, estableciendo las medidas preventivas de reducción de riesgo”, ha señalado el edil.
El Plan de Emergencia de la presa de La Grajera lo elaboró en 2016 la consultora Berceo Ingenieros para dar cumplimiento a lo establecido en la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones, aprobada por acuerdo de Consejo de Ministros, recogido en el Reglamento Técnico sobre Seguridad de Presas y Embalses de 1996.
En 2018 se inició la redacción del proyecto técnico sobre los medios y recursos necesarios para dar cumplimiento al Plan de Emergencia y ha sido en este año 2021 cuando se han adjudicado las obras para implantarlo, llevándose a cabo durante estos últimos meses los trabajos e instalaciones que el mismo especifica.
La presa de La Grajera está clasificada como ‘Categoría A’, en función del riesgo potencial de rotura. Una clasificación extrema que obedece a la proximidad a un núcleo poblacional, junto con una orografía y geología favorable a la escorrentía hidrológica.
La avanzada tecnología actual y la experiencia garantizan la seguridad de los embalses y presas, si bien existe una remota posibilidad de que se desborden o se rompan. Por ello, se ha elaborado e implantado el Plan de Emergencia de la presa de la Grajera, cuya finalidad es proteger a las personas y los bienes ante un riesgo grave de inundación. Así, el Plan de Emergencia de una presa se lleva a cabo “para una mayor seguridad y por la importancia que tiene para la población el estar informada de cómo actuar ante un eventual peligro por inundación”, ha apuntado José Manuel Zúñiga.
El concejal de Medio Ambiente ha explicado que las obras de implantación de este Plan de Emergencia han comprendido tres apartados: un sistema de auscultación y adquisición de datos monitorizados, caudales y niveles; una sala de emergencia física en la presa y un centro de control en el Ayuntamiento; y un sistema de aviso a la población.
Hasta ahora, el dique de la presa de La Grajera no disponía de ningún tipo de auscultación que permitiera evaluar su estado interno, lo que ha sido solventado con la colocación de diez sondas en el cuerpo de la presa. Desde un centro de control en el Ayuntamiento, se controlará el software de gestión de la presa y emergencias, así como el servidor remoto de datos, los equipos de comunicaciones y de activación de sirenas para situaciones de emergencias.
En cuanto a la sala de emergencia, se trata de un espacio ubicado dentro del edificio de Cruz Roja (en la parte izquierda del embalse), a una cota suficiente para no ser inundable y así estar fuera de posibles riesgos, y con un acceso seguro para instalar los elementos de automatización y comunicaciones necesarios. También dispone de un puesto de trabajo con conexión de red que permite la gestión in situ de la emergencia.
Se suma al citado centro de control en el Ayuntamiento, donde se llevará a cabo la interconexión con el centro ‘Smart city’, que permitirá ubicar al personal de seguimiento del plan en situaciones de emergencia y de no emergencia, y donde igualmente se realizará la duplicación del servidor remoto de datos y comunicaciones y la activación de las sirenas instaladas para situaciones de emergencia. Habrá personas conocedoras en todo momento del estado de la presa, entre las que se encuentran técnicos de Medio Ambiente, responsables de Protección Civil del Estado, de la comunidad autónoma y del Ayuntamiento; de la Confederación Hidrográfica del Ebro, de la Policía Local y de los Bomberos de Logroño.
La implantación del Plan de Emergencia de la presa de La Grajera se completa con un sistema de aviso a la población, formado por dos sirenas de aviso acústico, ubicadas estratégicamente. Según el Plan de Emergencia de la presa de La Grajera, no existe ninguna población ni infraestructura de comunicación relevante que se vea afectada en la primera media hora de que se produzca una eventual rotura de la presa, por lo que únicamente se ha instalado un puesto de sirena en la propia presa y otro adicional en los depósitos municipales en la calle Las Tejeras, para asegurar la sonoridad mínima en todo el trazado de avenida por colapso de la presa.
La puesta en marcha de este Plan de Emergencia, que permite conocer con anticipación el estado de la presa y las medidas preventivas y de información a la población sobre la actuación del Plan, “garantiza mayor seguridad a los vecinos y vecinas, que ahora se encuentran protegidos ante cualquier eventual daño o peligro por inundación”, ha concluido Zúñiga.
