Sergio Jiménez Foronda
La recién publicada novela “Huidos”, ambientada en los “años de plomo” de ETA, busca transmitir al lector “el asombro por la vida” de su autora, Tina Díaz, a la vez que “una cierta protesta” a través de distintos personajes que “tienen algún tinte marginal, no económico, sino de la sociedad”.
Así lo ha afirmado a EFE esta escritora, quien firma con este libro la octava publicación de su colección “La saga de las mujeres heridas”, en la que “las féminas no son convencionales”, pero en “Huidos” ha ido “un paso más allá”.
Díaz (Logroño, 1942) ha explicado que, a lo largo de su vida, se ha encontrado “con gente en situaciones tan extravagantes como salían en la picaresca”, un género que siempre ha leído mucho y le ha interesado, por lo que “Huidos” tiene “inspiración picaresca”.
“Me gustaría transmitirle al lector mi asombro, que todavía lo conservo, y mira que yo soy muy mayor, pero mientras tengas esa capacidad de asombro, estás vivo”, ha señalado esta autora, para quien su último libro “tiene muy poco que ver con todos los demás de la saga porque en él no reaparecen personajes de los anteriores”.
Ha destacado que el protagonista de “Huidos” es un hombre “hijo de un gitano y de una prostituta que consigue llegar a ingeniero” y, junto a un amigo, construye una urbanización en una playa, en la que conviven una mujer casada con un pintor, la madre de un preso que ha sido alcalde y una pareja homosexual, entre otros personajes.
En esta novela, ha proseguido, son “todos personajes raros, que son muy amigos y se ayudan, pero que viven en un circuito cerrado entre ellos”, y en la obra aparece la ciudad natal de Díaz, Logroño, que también es el lugar de nacimiento de uno de los personajes, aunque la capital riojana se menciona “de forma muy tangencial”.
“Logroño aparece muchísimo en las novelas anteriores”, de hecho, una de ellas, “Fotografías”, se desarrolla en un día en la capital riojana; y en “Transacción”, media novela también se desenvuelve en esta ciudad, ha resaltado.
“Huidos”, ha explicado, está ambientada en los “años de plomo” de la banda terrorista ETA, que “ni siquiera es un trasfondo, es una parte mínima” de la novela, que está contextualizada en ese momento porque considera que “este país se está olvidando de que aquí ETA estaba armada hasta los dientes y los asesinados no tenían armas”.
Ha concretado que no ha elegido este momento temporal para su última novela porque ETA asesinase en 1996 al hermano de su marido, el abogado y militante del PSOE vasco Fernando Múgica, sino porque ella vivió “el miedo diario a la bomba en el coche”.
En esta novela “se habla muy poco de ETA”, ya que solo hay un personaje que ha “sufrido” a esta banda terrorista y tuvo que escaparse de ella, aunque “todavía tiene pesadillas y miedo”, ha puntualizado.
Sobre sus proyectos literarios futuros, ha mencionado que acaba de empezar la escritura del noveno título que formará parte de “La saga de las mujeres heridas”, en el que habrá personajes de las novelas previas y narrará “la historia de una mujer mayor que se ha casado tres veces, pero que no ha estado nunca enamorada”.
