El entorno de la Plaza de la Oca y la Iglesia de Santiago de Logroño “continúa siendo el escenario nocturno de todo tipo de akelarres y el Casco Antiguo ha vivido su particular noche de terror”. Un lector ha dado un paseo mañanero este lunes por la ciudad para comprobar que la lluvia tampoco frenó a los jóvenes y a sus botellones.
“Una auténtica historia para no dormir. Aunque, como ocurre con los reyes magos, los zombies son los padres. ¿Alguien va a hacer algo al respecto, de una vez?”, ha manifestado este vecino con indignación tras un nuevo fin de semana que deja huella en la capital.