Tenemos una macrodiscoteca en el Parque del Ebro, sin límites de aforo, con diferentes salas, cada una con su música, a todo volumen de dos a seis y media de la mañana y self service, cada uno se lleva su bebida…
La Policía hace la labor de portero de discoteca: vigilan que no haya peleas, los desalojan a las seis y media, y escoltan a los pobres trabajadores de la limpieza para que sobre las ocho, cuando aparece el primer paseante, todo esté perfecto y ‘aquí no ha pasado nada’.
“Pobrecitos los chavales, tienen derecho a reunirse”, dicen nuestro alcalde y nuestra presidenta. El problema es que sí que pasa, y mucho. Mientras el resto de la ciudad duerme, los vecinos del Parque del Ebro asistimos atónitos, cansados y totalmente desamparados a otra noche de macrobotellón.
Imposible estar en casa, y no te quiero ni contar conseguir dormir. Eso sí: mañana volverá el Rey y engalanarán nuestro barrio con macetas, allí donde normalmente solo hay orines y Policía Nacional y Local en cada rincón. Que llega el monarca, ni una colilla en el suelo y olor a detergente por todas las calles. ¡Que viene el Rey!, alcalde y presidenta presumiendo de un casco antiguo al que tienen totalmente abandonado.
Y ahora pones el telediario y, ¡sorpresa!, están hablando de Logroño. Será de nuestras fiestas, de la vendimia, de nuestra gastronomía… ¡Ay no! Es de nuestro macrobotellón. ¡Qué tristeza!
*Puedes enviar tu ‘Carta al director’ a través del correo electrónico o al WhatsApp 602262881.
