La Rioja

El “error humano” que cambió para siempre la vida de dos familias

La sociedad riojana amanecía este martes con una noticia perturbadora. Dos niñas habían sido intercambiadas al nacer en el año 2002 en el antiguo Hospital San Millán de Logroño. Y ahora, 19 años después, la verdad se destapaba gracias a una publicación en el Diario La Rioja.

Aunque pueda parecer una historia de película, lo cierto es que este guion no lo ha escrito ningún profesional de la gran pantalla sino que se atribuye todo a un “error humano”. Así lo manifestó la propia consejera de Salud, Sara Alba, esta semana. Pero no se ha podido concluir quién fue el autor de este dado que “los sistemas de identificación con los que se contaba antes no estaban con tanto detalle como ahora”.

La investigación ha salido a la luz a raíz de la demanda de alimentos que puso en 2017 la abuela (y tutora) de una de las niñas contra el padre de su nieta, a lo que este se negó al decir que no era su hija. El Juzgado de Primera Instancia número 1 de Logroño ordenó entonces una prueba de ADN, que confirmó que el hombre no era el padre biológico.

También se constató que esta niña, que entonces tenía 15 años, tampoco tenía una relación genética con la que consideraba su madre, y en 2018 reclamó la averiguación de su identificación con arreglo al principio de veracidad biológica. Hace tres años falleció la supuesta madre biológica de esta niña y aún se está pendiente de conocer el resultado de la prueba de ADN realizada, en enero pasado, a su supuesto padre biológico.

Fue entonces cuando entró en el guion de esta historia José Sáez Morga, el abogado de la joven de 19 años que está a la espera de la prueba de ADN que determine quiénes son realmente sus padres biológicos. Este, en declaraciones a Radio Rioja (Cadena Ser) asegura que “es una negligencia inadmisible” y explica que todo comenzó cuando su clienta llegó a su despacho con 16 años, acompañada por su abuela, alegando que no consideraba como suyo un informe sanguíneo.

Con este antecedente y otra prueba obtenida que señalaba que la joven tampoco era hija de la presunta madre biológica, se presentó un escrito en Inspección exponiendo los datos para averiguar quiénes eran realmente los progenitores.

«Inspección hace un trabajo encomiable a partir de una muestra de trece niños y por descarte de fechas determina que el error se ha podido producir con dos niñas que nacieron el mismo día con cinco horas de diferencia», ha añadido. El problema llega cuando Salud, que atribuye a un «error humano» esta situación, «no tiene medios ni legales ni técnicos para analizar pruebas de ADN. Se niega a facilitar los datos de esa otra posible niña y sus padres, pero la jueza les obliga a comunicar esos datos completamente».

Tomadas las muestras y enviadas a Madrid en enero de este año, la joven denunciante todavía sigue a la espera de una respuesta. Se ha iniciado, además, otro expediente de reclamación de Responsabilidad Patrimonial por daños morales contra la Salud por un importe de más de tres millones de euros, que en este momento se ha suspendido a espera de las pruebas de ADN, frente a los 215.000 euros que ofrece Salud.

Se desconoce si la clienta mantiene algún tipo de relación con la otra niña, que “se mantiene en el anonimato y no tiene intención de plantear acciones jurídicas”, según Morga. “Estas niñas han nacido con cinco horas de diferencia, mi clienta nace posteriormente, pero hasta el día siguiente no se le da un número de historia clínica, de registro, que tienen 9 números posteriores a la primera”, añade.

«Curiosamente, resulta que la segunda que ha nacido es entregada a la madre que primero ha dado a luz. Parece ser, por estudios internos, que estas niñas neonatas, por bajo peso, pasan directamente a las incubadoras, sin contacto con las madres». Ocuparon incubadoras consecutivas, números 1 y 2; y «allí habrían pasado teóricamente a las cunas 6 y 7, pero, por ejemplo, en las fichas se refleja, respecto a mi clienta, que tanto está en la 6 como está en la 7. Hay errores de bulto», insiste el abogado.

Un caso del que se han hecho eco también los medios nacionales y que ha conmocionado a la sociedad, aunque la Consejería de Salud “garantiza que esta situación no puede volver a suceder porque han cambiado los sistemas de identificación en estos años y los procedimientos son seguros y fiables”.

“Máximo respeto”

El presunto padre biológico de la joven denunciante descarta acudir a la vía penal, tal como señaló su abogada Alicia Redondo a Efe. “Cuando conozcamos los resultados del ADN serán mis clientes los que tomen decisiones, pero hablamos de un daño continuado que no se puede cuantificar en una cifra”, defiende la letrada.

Redondo asegura que su cliente sufrió un «shock» cuando conoció la situación y, tras dos años, «todavía está en una situación complicada porque hay un trasfondo físico y mental detrás». «Lo que él quiere es el máximo respeto y privacidad para las dos familias”. Además, incide que, en cualquier caso, «ningún resultado del ADN va a descolocar» a su cliente en lo que se refiere a la relación que pueda tener en el futuro con la joven a la que ha criado como una hija biológica y con la otra, en el supuesto de que se determine que lo es.

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