La Rioja

Mercado de San Blas “empieza a ser lo que era” antes de la pandemia

Los comerciantes que trabajan en el Mercado de San Blas empiezan a notar cierta mejora en sus ventas con respecto al verano del año anterior. La pandemia hizo estragos en el mercado, pero durante estas últimas semanas empiezan a ver una “entrada en la normalidad”.

El puesto de Bacalaos Alejandra no tiene mucha competencia, es el único puesto que vende bacalao en el Mercado, por lo que no han notado mucha diferencia con respecto a otros meses. “Viene la misma gente sea verano o invierno, sigue viniendo la gente de toda la vida a comprar aquí. Aunque es cierto que la cosa va cada vez mejor”, comenta la pescadera Sara García.

Aunque Carnicerías Lili solo abre por las mañanas, los viernes hacen la excepción de abrir por la tarde para ofrecer un servicio “a la gente que trabaja”. Isabel, la carnicera del establecimiento, menciona que muchas personas vienen a pasar el verano en La Rioja y “nos reencontramos con esas clientas de otros pueblos que vienen a comprar al mercado siempre”.

Alfredo Iturriaga, dueño de la carnicería Iturriaga Ayala, asegura que poco a poco su negocio va remontando y que el Mercado empieza a ser lo que era. “Los meses de verano son muy buenos: aunque el resto de Logroño esté casi paralizado, nosotros no. Vivimos de los visitantes y de la gente de los pueblos”.

El mercado está funcionando “perfectamente”, por las mañanas hay más gente comprando ya que por las tardes solo abren algunas carnicerías, mientras que los hortelanos y pescaderos cierran para poder traer género por las mañanas. “Tradicionalmente, la gente compra siempre por las mañanas, ahora en verano aprovechan la tarde para ir a la piscina o hacer otros planes”, dice Iturriaga.

¿Estamos en cifras prepandémicas? “La verdad es que no, 2020 fue un año criminal, pero las ventas se van normalizando poco a poco”, aún queda mucho para alcanzar esa normalidad de hace un par de años porque todos los gremios riojanos han “sufrido mucho”. Además, el carnicero ha añadido que las personas que crean la ciudad y el comercio y hacen que todo sea agradable es la gente que tienes cerca, no las multinacionales.

Juan Carlos, de Plantas Davadillo, también está notando cierta mejora en sus ventas y es que en verano “viene mucha gente de fuera”. Cuenta con clientes de La Rioja Alavesa y de Navarra que han vuelto al mercado con “total normalidad”, porque la gente se puede desplazar sin restricciones. “Durante los meses de verano es cuando más vendemos, vienen muchos veraneantes. Les gusta pasar por el mercado y comprar nuestros productos”, añade.

Por otro lado, los puestos localizados en la segunda planta sí han notado una gran bajada en las ventas con respecto a otros años, ya que “la gente de los pueblos no viene a la ciudad”. La pescadera Ioana echa la culpa a la falta de aparcamientos en una zona cercana y es por eso por lo que cree que la gente prefiere ir a supermercados grandes. “El año pasado fue mucho mejor, había mucho más movimiento. Ahora la gente no tiene ese miedo de hacer colas largas en los grandes supermercados, por eso ha dejado de venir”.

Quizás esa bajada en las ventas de la segunda planta también se deba a la poca afluencia de personas que la recorren. La gran mayoría de los comercios de esa planta están cerrados y eso se ve reflejado en el bajo consumo de los productos. Actualmente, durante las mañanas de agosto solo hay dos establecimientos abiertos y apenas un par de personas recorren esos pasillos.

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