Crisis del Coronavirus

“La digitalización social está dejando fuera a personas con discapacidad”

La vida de las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo mejora gracias al trabajo de federaciones como Plena Inclusión. Su objetivo es que tanto ellos como sus familiares puedan llevar a cabo su proyecto de calidad de vida así como promover su inclusión como ciudadano de pleno derecho dentro de la sociedad.

La Directora Gerente de Plena Inclusión La Rioja, Silvia Andrés Fernández, explica que con la llegada del COVID tuvieron que adaptar su forma de actuar. “Inicialmente tuvimos que parar, pero una vez supimos lo que estaba pasando nos reformulamos y comenzamos a trabajar en esa nueva normalidad”.

Cuando la crisis sanitaria se desató en marzo de 2020 ellos también tuvieron problemas para encontrar los medios para poder actuar con la atención directa que están acostumbrados a hacer. La tecnología fue el medio que encontraron más adecuado para ello, pero según confirma la directora gerente, “tuvimos que hacer acopio de ordenadores y explicar a las personas con discapacidad, en muchos casos desde cero, su funcionamiento así como el de aplicaciones como zoom para las videollamadas”.

La federación tuvo claro que lo que primero que tenían que hacer era atender las necesidades de las personas con discapacidad y sus familias y después trasladar su trabajo a la nueva forma para poder seguir realizándolo. Aunque la brecha digital existente supuso algunos problemas, ha terminado siendo un ejemplo más de su superación.

Hecho que cuenta Laura Meroño, una de las personas con discapacidad intelectual que trabaja con Plena Inclusión. “Nos han enseñado a enviar correos que antes no sabía. También nos han dado cursos para hablar por el ordenador porque no podías ver a la familia o a los amigos si no vivías con ellos. Hemos sentido un vacío”.

Laura afirma que ha sido complicado: “La mascarilla, el lavado de manos, son cosas que nos han pillado por sorpresa”. La usuaria también ha echado en falta la presencialidad en la atención primaria. “No podíamos ir a consulta y teníamos que hacerlo en casa. Ha sido todo muy difícil para las personas con discapacidad”.

Las actividades de la federación las ha retomado en la medida de lo posible de forma mixta, con la presencialidad que la normativa permite y continuando con las videollamadas. No volver a la normalidad pre-pandemia hace que Laura eche de menos a sus compañeros. “No nos vemos más que por el zoom cuando hacemos las actividades y echo de menos lo de antes”.

La pandemia ha provocado que desde Plena Inclusión encuentren dos nuevos problemas entre su colectivo. En primer lugar, de forma encubierta, parte de sus miembros se encuentran en situación de pobreza. “No pueden acceder ni a la conectividad ni herramientas necesarias para introducirse en la transformación digital. Problema que supone un muro para poder estar en contacto con el resto”, explica Silvia Andrés.

Tras este han detectado un gran efecto de soledad en alguno de sus federados. “Mucha gente ha tendido al aislamiento no solo por el miedo al COVID-19, sino porque el rumbo que está tomando la sociedad hacia la digitalización de una manera tan repentina está dejando fuera a mucha gente porque lo ven muy complicado”.

Evitar estos aislamientos es uno de los trabajos que están llevando acabo actualmente. “Estamos creando un servicio a medida, ya que cada uno se aísla por diferentes motivos”. Alguna de las medidas que han realizado para ayudarles es adaptar a lectura fácil todo lo relacionado con el COVID-19, como la normativa.

El futuro es una incertidumbre para toda la sociedad y para ellos también, tal y como confirma Silvia Andrés. “Es como jugar a la ruleta porque siempre parece que llega la normalidad y viene un nuevo brote, por lo que es imposible planificar a día de hoy”.

Su forma de actuar se sostiene gracias a la rapidez, creatividad y flexibilidad con la que se amoldan a cada situación que se encuentran. “Según van viniendo las cosas ponemos todos los recursos que tenemos, con toda la flexibilidad de los profesionales y los voluntarios e intentamos dar respuesta”, indica la directora gerente.

IGUAL A TI

La otra gran asociación de La Rioja que trabaja para garantizar la calidad de vida de las personas con discapacidad es IGUAL A TI, que según su memoria durante 2020 ha prestado apoyo a un total de 547 personas, de las cuales el 59,6 por ciento eran hombres y el 40,4 por ciento restante mujeres.

Tras la llegada del COVID-19 tuvieron que adaptar la prestación de sus servicios a todas las personas con discapacidad y sus familias para poder garantizar el apoyo individual y personalizado que ofrece la asociación, manteniendo estas atenciones tanto de forma presencial como telemática.

Para ello, la asociación creó canales de comunicación con las familias para poder ofrecerles información de primera mano, además de pautas y recomendaciones donde mantener rutinas que les ayudaran a sobrellevar la situación.

Desde IGUAL A TI han continuado apostando por la formación durante el 2020 que ayude a compartir y generar conocimiento entre sus profesionales. Estos también se han visto obligados a determinar nuevas líneas de actuación en sus centros.

Para los alumnos del Colegio Los Ángeles se centraron en el seguimiento, aprendizaje, orientación, prestando especial atención en su bienestar emocional. Para ello se mantuvo una comunicación fluida con las familias.

En los centros de Atención Diurna Domingo Ochoa en Logroño y Áncora en Calahorra, los cuales ofrecen los servicios de Centro de Día y Centro Ocupacional, se esforzaron por mantener la rutina para que los usuarios no experimentasen retrocesos en sus avances.

Subir