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Tokio 2020: los mejores Juegos de la historia para el deporte riojano

Si Barcelona 92 fueron los mejores Juegos Olímpicos para el deporte español, los de Tokio 2020 se han confirmado como los mejores para los deportistas riojanos. El medallero de la comunidad se ha duplicado en la cita de Japón, pasando de los dos metales conquistados entre Sidney 2000 (Aranzubía en fútbol) y Río de Janeiro 2016 (Coloma en ciclismo de montaña) a los cuatro que lucen ahora en el bagaje olímpico de la comunidad.

El deporte rey

El fútbol se ha constatado en Tokio como la gran baza olímpica de la comunidad, ya que el jarrero Luis de la Fuente y el arnedano Álvaro Fernández son los responsables de que dos medallas viajen de vuelta en el equipaje de la delegación riojana.

FOTO: SeFutbol (Twitter).

Pese al inicio sembrado de dudas en la competición (empate sin goles contra la modesta Egipto), el combinado nacional supo rearmarse ante las adversidades para clasificarse como primera de grupo al ganar a Australia (1-0) y empatar contra Argentina (1-1).

FOTO: @SeFutbol.

Ya en la fase de eliminatorias, España supo sufrir para superar en la prórroga a Costa de Marfil en cuartos de final (5-2) y a la anfitriona Japón en semifinales (0-1). La gran batalla por el oro salió cruz para el equipo de Luis de la Fuente, que cayó ante Brasil en la prórroga por 2-1 y tuvo que conformarse (no es cosa menor) con la plata olímpica.

El adiós de una leyenda

Los Juegos de Tokio han supuesto el último baile para una leyenda del hockey hierba como Pau Quemada, que abandona el deporte profesional con su tercer diploma olímpico. Tras los conquistados en Londres 2012 (España acabó sexta) y Río de Janeiro (quinta), el jugador logroñés ha sido uno de los grandes protagonistas en la cita nipona, en la que ha firmado cuatro goles en los seis encuentros disputados por la selección.

Tras el mal arranque en la fase de grupos (empate contra Argentina y derrotas contra Nueva Zelanda e India), los ‘redsticks’ supieron voltear la situación ganando ante Japón (4-1) y empatando contra la subcampeona olímpica (Australia, 1-1) para certificar el pase a unos cuartos de final donde les tocó bailar con la más fea: la selección de Bélgica, que se ha acabado colgando el oro al cuello.

No hay quinto malo

Cargado de ilusión viajó a Tokio una de las principales bazas de la delegación riojana: el boxeador Gazi Jalidov, que finalmente ha tenido que conformarse con un diploma olímpico al finalizar en la quinta posición.

El torneo comenzó con buen pie para el púgil riojano, que batió en los octavos de final a los puntos al australiano Paulo Akuso. En cambio, le tocó hacer frente al cruce más temido: el que le enfrentaría al ruso Imam Khataev, que había apeado al favorito para colgarse a una medalla, el uzbeko Bekzad Nurdauletov.

El deportista logroñés puso toda su energía en hacer frente al ruso, pero acabó en la lona tras un derechazo en el tercer asalto. En cualquier caso, las sensaciones que deja Jalidov en Tokio son prometedoras y se confirma como una de las principales apuestas del deporte riojano en el ámbito internacional.

Cara y cruz sobre dos ruedas

Desde que Carlos Coloma pusiera La Rioja en el mapamundi del ciclismo de montaña, la comunidad aguanta la respiración en cada cita olímpica. Con el recuerdo del bronce del de Albelda en Río aún en la retina, Tokio 2020 ha deparado un sabor agridulce para los amantes de esta disciplina en la región.

La suerte no estuvo del lado de Rocío del Alba García, la ‘niña de sus ojos’ de Coloma. La joven ciclista sufrió una caída a pocas horas de enfrentarse a la gran cita que lleva preparando cinco años y las secuelas fueron mucho más severas de lo que cualquiera podría esperar: una costilla fracturada y una fisura en el meñique de su mano izquierda mermaron su rendimiento en la final olímpica.

La madrileña afincada en Albelda de Iregua llegó a casi once minutos de las medallas, finalizando en vigesimosexto lugar tras pedalear dolorida durante casi una hora y media. La juventud (tiene solo 23 años) juega a su favor y seguro que París 2024 le sirve en bandeja la revancha.

Más positiva fue la participación ‘riojana’ en la prueba masculina: el medallista de bronce, David Valero, es integrante del equipo de Carlos Coloma (el BH Templo Cafés, radicado en Albelda) y de ahí la locura del ahora manager al verle cruzar la meta en tercer lugar.

Y aunque no competía con el maillot de España, toda Entrena celebró con sumo gusto el séptimo puesto de su vecino más rápido sobre una bici: Vlad Dascalu, que logró un diploma olímpico para Rumanía.

En resumen, la delegación riojana tardará muchos años en olvidar los Juegos Olímpicos de Tokio. Y no solo por tratarse una cita absolutamente insólita a causa del coronavirus. En el exótico Japón los seis participantes residentes en La Rioja elevaron el listón hasta una cota difícilmente superable: dos medallas y tres diplomas olímpicos.

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