En los 125 años de historia de los Juegos Olímpicos de la era moderna -no constan riojanos laureados en la antigua Grecia (de haberlos, algún día Marcelino Izquierdo hablará de ellos)- ningún deportista nacido en La Rioja ha logrado subir al escalón más alto del podio. Al menos, con carácter oficial. Y este sábado, a eso de las tres y media de la tarde (pasadas las cuatro si la cosa se pone emocionante), los riojanos al fin podrían ver a un paisano con el oro al cuello.
Lo harían, de hecho, por partida doble. La selección olímpica de fútbol, con el jarrero Luis de la Fuente y el arnedano Álvaro Fernández, tienen a tiro una gloria deportiva que se le resiste a España desde Barcelona 92 y a La Rioja desde siempre. Porque aunque la región sí ha celebrado seis oros olímpicos (todos en pelota: los de Javier Adarraga en París 1924, Bernardo Iruzubieta y Domingo Sacristán en México 1968; Daniel y Juan Pablo García en Barcelona y Jesús Ruiz Bastida en los Juegos de 1992), los metales carecieron de oficialidad al corresponderse con deportes de exhibición.
FOTO: SeFutbol (Twitter).
“Es el momento de disfrutar de esta oportunidad que nos da el fútbol y la vida de vivir un acontecimiento único”, ha señalado De la Fuente en la víspera de la final contra Brasil (13:30 horas, horario peninsular). “Toca disfrutarlo después de haber sufrido mucho para llegar hasta aquí y vamos a vivirlo sin presión, pues así rendiremos mucho mejor”, ha añadido.
El técnico jarrero tiene ante sí la ocasión de emular a Vicente Miera (campeón en Barcelona a los mandos de los Kiko, Guardiola, Luis Enrique o Alfonso) y superar a Iñaki Sáez (que cayó en la final contra Camerún, con el riojano Daniel Aranzubía bajo palos y un once en el que ya brillaban varios integrantes de la mejor generación de futbolistas de la historia: Xavi, Puyol, Albelda, Capdevila, Marchena o Tamudo, entre otros).
Y aunque todo apunta a que Unai Simón volverá a ser el guardián de la portería española, Álvaro Fernández está preparado para asumir la responsabilidad de sustituirle ante cualquier posible contratiempo y debutar así en una cita olímpica; precisamente en el duelo más importante.
Para subir a lo más alto del podio de Yokohama España se medirá a la Brasil del veterano Dani Alves, que lidera una plantilla en la que hay conocidos de LaLiga como el sevillista Diego Carlos y el exbarcelonista Malcom (actualmente en el Zenit de San Petersburgo.
Precisamente, Luis de la Fuente ha respondido a unas declaraciones de Alves en las que advertía de su conocimiento sobre el fútbol español: “Lo que seguramente no conozca es el corazón de nuestros futbolistas. Yo estoy tranquilo porque les conozco y sé cómo rinden cuando se les exige al máximo”. “Siento un orgullo difícil de explicar por haber formado parte de esta generación de futbolistas irrepetibles; han hecho historia, están haciendo historia y van a seguir haciendo historia”, ha valorado el técnico jarrero, quien abre una puerta a seguir los pasos de Iñaki Sáez, quien acabó como seleccionador nacional absoluto: “Nunca se sabe y estoy seguro de que en algún momento del futuro podremos seguir trabajando juntos”.
Por lo pronto, tanto De la Fuente como Álvaro Fernández tienen garantizadas sus medallas olímpicas (la tercera y la cuarta para el deporte riojano, tras la plata de Aranzubía en Sidney y el bronce de Carlos Coloma en Río), pero no han llegado tan lejos para conformarse con la plata. Todo un país estará empujando al otro lado de la pantalla del televisor, pero la gloria está reservada para ellos. Para alcanzarla solo falta un pequeño paso para España y un gran salto para el deporte olímpico riojano.
